Bienvenido Rico, director de Parayas desde el pasado mes de noviembre, analiza toda la actualidad del aeropuerto cántabro: Ryanair, las obras iniciadas, el balance de 2009…
Texto de Jesús García-Bermejo Hidalgo @chusgbh. Publicado en marzo de 2010.
Bienvenido Rico, nacido en Badajoz en 1958, es ingeniero técnico aeronáutico por la Universidad Politécnica de Madrid. Fue en la capital de España en donde comenzó su andadura profesional, en 1986, como miembro del gabinete de planificación de Aviación Civil. Desde entonces, ha desempeñado funciones diversas en los aeropuertos de Menorca, La Coruña y en el aeropuerto Federico García Lorca de Granada-Jaen, en donde permaneció hasta el 2 de noviembre del pasado año. Un día más tarde aterrizó en el aeropuerto de Parayas para sustituir en la dirección a Juan Mazarrasa, a quien poco antes le había llegado el momento de jubilarse. Apenas lleva tres meses en su nuevo cargo y, a pesar de haberse encontrado con obras en prácticamente toda la terminal, se muestra confiado en superar, en 2010, la cifra del millón de pasajeros.
Pregunta.- ¿Cuáles son los grandes retos que se ha marcado en esta nueva etapa como director del aeropuerto de Parayas?
Respuesta.- Nosotros venimos a trabajar, y las directrices y objetivos nos los marcan desde la sede central de Aena, al igual que a todos los aeropuertos pertenecientes a su red. En cualquier caso, mi reto más importante e inmediato es finalizar, antes de que concluya el 2010, las obras en las que nos encontramos inmersos, sin que ello incomode a los pasajeros. Esto es muy complejo y va a llevar tiempo y dedicación.
P.- ¿Por qué optó por trasladarse desde Granada hasta Santander?
R.- Este cargo suponía un reto muy importante para mí, al igual que lo han supuesto mis anteriores trabajos. Cuando te apasiona lo que haces, cualquier cometido novedoso se convierte en un desafío. Por otra parte, llevo más de 20 años en esta profesión y siempre he estado moviéndome de un lado para otro. Mi mujer es cántabra y, tras 31 años de exilio, creí que era el momento de venir a su tierra y poder estar cerca de su familia.
P.- Dada su experiencia, ¿cómo definiría al aeropuerto de Santander?
R.- Está muy bien dotado en cuanto a sistemas de ayuda a la navegación y al aterrizaje, en balizamiento y en lo que respecta a la terminal. Esta, una vez finalicen las obras, va a convertirse en un espacio agradable, amplio, bien iluminado y con todas las tecnologías y elementos de seguridad e información necesarios. Además, no hay que olvidar que Santander cuenta con un aeropuerto muy cercano a la ciudad, algo que no ocurre en todas las ciudades y que supone una ventaja competitiva importante con respecto a otros aeropuertos nacionales e internacionales.
P.- ¿Cómo marchan las obras?
R.- En estos momentos estamos llevando a cabo dos obras que son esenciales para el futuro del aeropuerto. Por un lado, las del campo de vuelo, que incluyen la nueva rodadura que se ha construido y la ampliación de la plataforma. Estas ya están finalizadas de manera oficial, pero no entrarán en servicio hasta que se realicen todos los protocolos operativos, que será el 11 de marzo. Por otra parte, están las obras de remodelación del edificio de la terminal, las cuales van entrando en servicio por fases. El día 9 de febrero pusimos en marcha la nueva zona de llegadas, y ahora nos encontramos en la fase de la zona de salidas. Se calcula que a final de año estará ya todo operativo. Sin embargo, hay que tener en cuenta que en este tipo de infraestructuras unas obras pueden dar lugar a otras.
P.- ¿Qué se ha buscado con esta ampliación y renovación de las instalaciones?
R.- Las instalaciones con las que contaba el aeropuerto de Santander tenían capacidad para atender a unas 500.000 personas. Sin embargo, en los últimos cinco años, con la aparición del bajo coste, prácticamente se ha triplicado el número de pasajeros. A principios de la década, Parayas contaba con 300.000 ó 400.000 pasajeros, y este año hemos rozado el millón, con 958.000. Lo que se pretende con estas obras es generar nueva capacidad para que las compañías aéreas puedan operar con total normalidad, sin sufrir colapsos en ninguna de las áreas de la terminal o las pistas. Además, si esta inversión se ha acometido es porque se está mirando al futuro, no sólo al presente. Se ve un horizonte futuro, que pueden ser los dos o tres millones de pasajeros, y las obras se hacen para llegar a esas capacidades, porque, de lo contrario, si el crecimiento vuelve a ser fuerte, nos podemos encontrar de nuevo con obras sin que transcurra siquiera un año.
P.- ¿Y hasta dónde puede llegar la capacidad de Parayas?
R.- Son las propias compañías y el entorno los que determinarán la capacidad futura del aeropuerto de Santander. Si existe demanda, el aeropuerto tiene capacidad para seguir evolucionando. Puede que llegue el momento de plantearse nuevas obras si superamos esos dos millones de pasajeros, o incluso los tres. Y eso sería muy positivo porque significaría que el aeropuerto sigue creciendo.
P.- Su predecesor en el cargo declaró en varias ocasiones que existía un nicho de mercado muy importante para Parayas en los vuelos nacionales de bajo coste. ¿Comparte esta opinión?
R.- No hace mucho, el tráfico en este tipo de aeropuertos periféricos se basaba, sobre todo, en vuelos con Madrid y Barcelona, y desde ahí se hacían traslados a otras ciudades. Ahora empieza a aparecer el tráfico transversal, por el que se unen ciudades que se encuentran separadas por una distancia considerable. Santander es un aeropuerto que ha apostado por ello y se han iniciado líneas como la de Santander-Valencia, Santander-Alicante, Santander-Canarias, y próximamente Ryanair iniciará el servicio de la línea Santander-Málaga. Estas líneas suponen un nicho importante, por el que ya apostó Juan Mazarrasa, y por el que, como no podría ser de otra forma, se va a seguir apostando.
P.- Sin embargo, los vuelos internacionales de bajo coste, con Ryanair a la cabeza, parecen ir ganando protagonismo cada día…
R.- A partir de 2005, que es cuando Ryanair y el bajo coste llegan a Cantabria, comienzan a registrarse los mayores crecimientos del aeropuerto de Santander. Era un fenómeno que todo el mundo creyó que iba a ser pasajero, pero que afortunadamente viene durando varios años. Las conexiones de Ryanair, y del resto de compañías que operan fuera de nuestras fronteras, han sido muy importantes porque han puesto a Cantabria y a Santander en el mapa internacional. En estos momentos tenemos conexiones con Londres, Dublín, Frankfurt, Milán, Roma…Y ahora una nueva con Pisa. Es cierto que la gran mayoría de estas líneas han sido establecidas por Ryanair, pero el aeropuerto está abierto a todas las compañías que estén interesadas en establecer operaciones de este tipo desde Santander. Lo que es indudable es la importancia que este tipo de vuelos han tenido, y siguen teniendo, para nuestro aeropuerto.
P.- ¿Y qué me dice acerca de los continuos rumores acerca de que Ryanair vaya a establecer su base norte en Santander?
R.- Nosotros estaríamos encantados de que Ryanair estableciese su base norte aquí, porque eso significaría un gran número de vuelos para el aeropuerto. Pero también lo estaríamos si en lugar de Ryanair fuese otra compañía la que estableciese aquí su base. El aeropuerto como tal no ha entablado negociación alguna con la compañía irlandesa en este sentido, pero hay otros organismos que están tratando con Ryanair el tema. Nosotros, desde luego, ponemos a disposición toda nuestra infraestructura para que Ryanair, u otra compañía, establezcan aquí cuantas bases deseen.
P.- Pero, ¿existen posibilidades reales de que eso ocurra?
R.- Nunca se sabe. Lo que si es cierto es que Ryanair tiene ya una cantidad considerable de vuelos en Parayas, y que habitualmente establece líneas que conectan sus distintas bases entre sí. En este sentido, actualmente tenemos conexión con Reus y Alicante, en donde se encuentran dos de sus bases. Y en breve se va a iniciar la línea con Málaga, en donde Ryanair tiene otra base.
P.- A pesar de que apenas haya estado un mes de 2009 en el cargo, ¿qué balance hace se hace desde el aeropuerto del pasado año?
R.- La valoración del 2009 es muy positiva, y las cifras están ahí para demostrarlo. Mientras que la mayoría de aeropuertos nacionales han mantenido sus registros, incluso los han reducido, el de Santander ha crecido un 12% en el último año. Esperemos que también el 2010 sea un año positivo, y que en él consigamos el ansiado objetivo del millón de pasajeros.
P.- Sin embargo, según los datos facilitados por el ministro de Fomento, José Blanco, Parayas perdió 3,29 millones de euros en 2009…
R.- Es cierto, pero eso son cuentas frías en las que no se tiene en consideración el carácter de servicio público que tiene esta infraestructura, que yo creo que debería reflejarse de algún modo. Es evidente que Parayas genera riqueza para la región y la ciudad. Por ejemplo, en estos momentos hay unos 150 empleos fijos en el aeropuerto, entre los que se incluye el personal de Aena, alquileres de coches, concesionarios…A esos hay que sumar los taxistas, conductores de autobús y otra serie de empleos secundarios que son generados de manera indirecta desde aquí. Por otra parte, no podemos olvidar que este aeropuerto, como muchos otros, tiene grandes inversiones detrás suyo que hay que amortizar. Sin ir más lejos, en los últimos años se han destinado cerca de 50 millones de euros a la ampliación y remodelación de las instalaciones. Y amortizar una inversión como esa no es sencillo.
P.- Con el conflicto que Aena mantiene con los controladores aéreos salió a la palestra la posibilidad de que determinados aeropuertos adoptasen un sistema informatizado de control. ¿Va a apostar Parayas por esta fórmula?
R.- En este momento está en estudio un nuevo modelo de gestión aeroportuaria que se desarrollará, a través de la ley correspondiente, en el Congreso de los Diputados. Ahí se determinará si los aeropuertos optan por un control informatizado, un control semiautomático o por la variable oportuna. Por ello, es pronto para pronunciarse acerca de cuál va a ser el modelo elegido para Parayas. En cualquier caso, a día de hoy, el aeropuerto de Santander cuenta con una torre de control en la que trabajan nueve controladores, que son personal de Aena, y que ofrecen el servicio con total normalidad.
P.- ¿Qué valoración se hace desde el aeropuerto de Santander acerca de esta polémica?
R.- Como ya he dicho, el aeropuerto dispone de nueve controladores aéreos y no tenemos problema alguno con ellos. Desconozco cómo acabará el conflicto, pero, hasta la fecha, no ha afectado en absoluto al funcionamiento del aeropuerto, ni esperamos que lo haga.
P.- Hace algún tiempo se habló de la posibilidad de construir un hotel junto al aeropuerto. ¿En qué quedó esa iniciativa?
R.- En su día salió un expediente de concesión de un terreno cercano al aeropuerto para la construcción de un hotel. Aquel expediente quedó desierto porque no hubo ofertantes, sobre todo porque, por aquel entonces, la crisis comenzaba a hacer mella en el ladrillo y el momento no era el más adecuado. Actualmente, el aeropuerto de Santander sigue disponiendo de este terreno y está abierto a cualquier empresa que se muestre interesada en construir un hotel en él. Lo que está claro es que sería un activo muy importante para nosotros.