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El Grupo Uvesco abre en Castro Urdiales su mayor plataforma logística, un centro en el que ha invertido 30 millones de euros y desde el que dará servicio a su red de supermercados de Cantabria y Vizcaya, compuesta hoy en día por 114 establecimientos. Uvesco, fruto de la unión de la empresa cántabra VES y la guipuzcoana Unialco, tiene una fuerte implantación en el norte de España, donde opera bajo la marca BM. El nuevo centro logístico de Castro Urdiales permitirá centralizar la gestión de producto que hasta ahora se hacía en naves repartidas en varias localidades.

Texto de Jose Ramón Esquiaga @josesquiaga

Los 114 supermercados con que cuenta Uvesco en Cantabria y Viscaya han comenzado a surtirse desde la nueva plataforma logística que el grupo ha abierto en el polígono de Sámano, en Castro Urdiales. Se trata de la mayor infraestructura de este tipo dentro de la red desde la que la empresa distribuidora atiende a sus establecimientos, que forman una cadena con fuerte implantación en el norte de España, donde opera bajo las enseñas BM y Super Amara, aunque esta última solo tiene presencia en Guipúzcoa. Metido de lleno en un proceso de expansión lento, pero constante, el grupo Uvesco ha destinado a la nueva plataforma logística la mayor inversión de su historia: 30 millones de euros que, además de mejorar la capacidad para surtir a sus tiendas de productos frescos, han servido para crear 65 nuevos puestos de trabajo.

Uvesco, grupo creado en  1993 con la unión de la cántabra VES SL y la guipuzcoana Unialco, concede a las nuevas instalaciones un papel básico dentro de sus planes, no solo por la mejora en los procesos que se derivan de su entrada en servicio sino, sobre todo, porque ofrece una base para poder continuar expandiendo su red de supermercados sin comprometer sus cadenas de abastecimiento. Los 21.000 metros cuadrados con que cuenta el nuevo centro asumirán la gestión integral de la logística del producto fresco y congelado a las 114 tiendas BM de Cantabria y Vizcaya del grupo. En Sámano se centralizarán y unificarán tareas que hasta ahora se llevaban a cabo desde las diferentes naves que Uvesco tenía en Corrales de Buelna y Polanco (Cantabria), Zorroza (Vizcaya) e Irún (Guipúzcoa). Según explican fuentes del grupo, esto supondrá una mejora en los procesos logísticos de manipulado y transporte, y la consolidación de una infraestructura logística que permitirá a Uvesco seguir creciendo y abriendo nuevos establecimientos. Así, actualmente desde esta planta está previsto que salgan a diario una media de 120 toneladas de producto fresco, una cifra que podrá verse duplicada en el futuro.

5% de crecimiento en ventas

El grupo, que facturó 627 millones de euros en 2015, comenzó el presente ejercicio con una red compuesta por 195 supermercados –187 BM y 8 Super Amara– a los que a lo largo de los últimos doce meses ha sumado seis más, aunque ninguno de ellos en Cantabria. En nuestra región operan actualmente 24 supermercados BM, el último abierto en Solares hace ahora un año. Las previsiones del grupo apuntan a que 2016 se cierre con un aumento del 5% en las ventas, hasta alcanzar los 658 millones de euros.

Es en la continuidad de este plan de crecimiento en el que la nueva plataforma logística de Castro Urdiales está llamada a jugar un papel protagonista. Como referencia, el segundo pilar logístico sobre el que se asienta Uvesco –la doble plataforma de Irún, que da servicio a las tiendas de Guipúzcoa, Navarra, Álava y La Rioja– cuenta con 15.000 metros cuadrados tras la inauguración de la ampliación y reorganización de instalaciones el pasado mes de mayo.

En el nuevo centro logístico de Castro Urdiales trabajarán 110 personas, de las que 65 han sido puestos de nueva creación. Los 21.000 metros cuadrados de la plataforma están distribuidos en cinco grandes espacios: carnicería y charcutería, pescadería, frutería y verdura, un área para la preparación de los pedidos de tienda (sala de consolidación) y por último, la destinada al producto congelado. Cuenta además con 35 muelles de carga para la entrada y salida de camiones, además de un espacio de oficinas.

Además de servir como base para la expansión de la red en Cantabria y Vizcaya, desde Uvesco se destaca que las nuevas instalaciones son una muestra del compromiso del grupo con la región donde mantiene parte de sus raíces. VES SL –iniciales que se corresponden con Viuda de Eulogio Sánchez– nació en 1905 con la apertura de una tienda de comestibles y ultramarinos en Torrelavega. Hoy el grupo mantiene acuerdos con más de 100 proveedores locales cántabros, a los que el pasado año adquirió productos por valor de 10 millones de euros. Estas compras, explica Uvesco, se produjeron especialmente en conservas, bodega, agua, embutidos, lácteos, huevos o diferentes dulces, pero también en productos agrícolas, pesqueros y ganaderos, además de pequeñas y medianas industrias, entre las que destacan las queserías.

La anunciada venta del hipermercado Eroski de Maliaño a Carrefour supone la última vuelta de tuerca a un modelo de venta minorista que está en plena transformación y que pone en cuestión la rentabilidad de las tiendas de mayor tamaño y oferta comercial más amplia. Los supermercados de proximidad, el descuento duro y las tiendas franquiciadas ganan terreno con la crisis y centran el esfuerzo de expansión de las grandes cadenas, en detrimento de los híper.

Texto de Jose Ramón Esquiaga @josesquiaga

Como pagando el peaje de su condición de metáfora de los tiempos de la abundancia, los abarrotados y surtidísmos lineales de la gran distribución no pasan hoy por su mejor momento. El proceso de venta de parte de su red de hipermercados por parte de Eroski –entre ellos el de Valle Real, en Maliaño– no es sino el último episodio de un proceso que hunde sus raíces en la crisis económica y que tiene que ver tanto con las dificultades financieras derivadas de aquella como con unos cambios de hábitos del consumidor que también tienen que ver con la recesión que arrancó en 2007. Ninguna de las dos circunstancias anteriores ha puesto en cuestión el modelo comercial de las grandes cadenas, pero sí el tipo de establecimientos y su oferta de productos, situando a los grandes hipermercados como el formato más perjudicado, y a los supermercados de barrio como los triunfadores de una batalla que no ha hecho más que empezar.

La nota con la que Eroski daba cuenta de su decisión de vender parte de su red de hípermercados a Carrefour deslizaba alguna de las claves estratégicas de la operación, con la que según la cooperativa vasca se buscaba concentrar los esfuerzos de expansión en los supermercados franquiciados. Si la apuesta por las tiendas más pequeñas tiene que ver con los cambios en la forma en que los consumidores compran, lo segundo –las franquicias– se relaciona directamente con la transformación que ha sufrido la estrategia de crecimiento a causa de las dificultades financieras. Es cierto que estas últimas son mayores en el caso de Eroski –con una enorme deuda que arrastra desde antes de la crisis–, pero la apuesta por las franquicias es común en la mayor parte del sector, y tiene un protagonismo similar en el caso de Carrefour, precisamente la empresa que ha adquirido los hipermercados vendidos por la cadena vasca.

La operación anunciada el pasado 29 de febrero depende del dictamen de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) para culminarse en los términos acordados entre las dos grandes cadenas de distribución, algo que en ningún caso se produciría antes de que acabe el año. Hasta entonces habrán de despejarse todavía algunas incógnitas, empezando por las condiciones en las que quedan los trabajadores. Aunque en el anuncio de la venta se decía que Carrefour asumiría todos los trabajadores con que cuenta el hipermercado de Valle Real, el hecho de que Eroski sea una cooperativa y buena parte de sus trabajadores socios de la misma hace que esa subrogación no sea sencilla. Con todo, las principales dudas para que la venta culmine en los términos que se han anunciado tienen que ver con la posición de dominio en la que quedaría Carrefour, y que puede llevar a que la CNMC plantee objeciones a la operación.

En Cantabria existen a día de hoy seis hipermercados, los dos de Carrefour en Santander y el que tiene en Torrelavega, dos de Eroski en Santander y Castro Urdiales y el de Hipercor también en la capital de Cantabria. El híper de Eroski en Castro no entra dentro del paquete de establecimientos vendido a Carrefour, por lo que de culminar la venta en las condiciones anunciadas, en Cantabria seguirían operando el mismo número de jugadores que antes, pero con Carrefour haciéndolo desde una clara posición de dominio, que sería casi absoluto en el eje Santander-Torrelavega, que concentra a la mayor parte de la población de la región. Esa es la situación que tendrá que valorar Competencia. En Cantabria no hay hipermercados de otras cadenas –Alcampo es la enseña con más establecimientos entre las que no cuentan con ninguno en la región– lo que deja unas condiciones de mercado un tanto peculiares.

La situación anterior, referida a los hipermercados, no tienen nada que ver con la que se da en los supermercados, un formato en el que la competencia es feroz, y creciente. Aunque el crecimiento en el tamaño de supermercados hace que en ocasiones sea difícil distinguirlos del tradicional hipermercado, lo que sigue diferenciando a estos últimos es la oferta de producto, que incluye electrodomésticos, textil, librería o bricolaje. A diferencia de esto los supermercados –incluso los de mayor tamaño, situados a las afueras de las ciudades y con aparcamiento propia, características tomadas de los híper– tienen un catálogo centrado en alimentación y droguería. Es este formato el que está mostrando un mayor dinamismo desde el comienzo de la crisis.

Según datos recogidos en la última memoria anual publicada por la Asociación de Grandes Empresas de Distribución (Anged), correspondiente al año 2014, hasta ese ejercicio, y desde 2008, el número de grandes supermercados –de entre 1.000 y 2.499 metros cuadrados­– ha crecido en España por encima del 25%, lo que supone sumar 701 establecimientos de esta tipología en los seis años a los que hace referencia el estudio. Ningún otro formato ha incrementado su número en proporciones similares, aunque también lo hacen de forma notable los súper de tamaño medio: un 8,8% los que disponen de entre 400 y 999 metros cuadrados de tienda y un 6,1% los que tienen entre 100 y 399 metros cuadrados. En ese mismo periodo de tiempo, solo se han abierto ocho nuevos hipermercados en España, lo que supone apenas un 1% de incremento en la oferta. Al margen de cualquier crecimiento quedan los supermercados más pequeños –de menos de 100 metros cuadrados– y las tiendas de alimentación tradicionales, que registran caídas del 15,3 y el 14,6% respectivamente.

Los datos de crecimiento de la oferta tienen su correlación en la ventas. Según la memoria anual de Anged, que se remite a lo que recoge un estudio de AC Nielsen, los supermercados de más de 400 metros cuadrados contaban en 2014 con una cuota de mercado del 63,7% en alimentación, siete puntos por encima de la que registraban en 2009. Todo el resto de formatos registra pérdidas de cuota en ese mismo periodo, con los hipermercados encabezando esa caída en términos absolutos –tres puntos de pérdida de cuota– si bien son las tiendas tradicionales las que registran un peor resultado en términos proporcionales, al pasar de un 9 a un 6,8% de cuota.

En términos de valor del mercado, y en este caso según las conclusiones de un estudio de la consultora DBK, los supermercados facturaron en España 65.650 millones de euros en venta de alimentación, un concepto por el que los hipermercados ingresaron ese mismo año 14.500 millones de euros.

Es en ese paisaje en el que se está desarrollando la que hoy por hoy está siendo la principal batalla del comercio minorista. A diferencia de lo que sucede con los hipermercados, donde el número de contendientes se cuenta con los dedos de la mano, en los supermercados no se ha vivido un proceso de concentración empresarial equivalente y son muchos más los competidores, por más que uno de ellos –Mercadona– acapare el máximo protagonismo por lo rápido de su expansión y por el éxito de su modelo comercial.

La cadena valenciana, que cuenta con diez tiendas en Cantabria, ha sabido conjugar el concepto de descuento duro –tiendas austeras, con una oferta de producto limitada a unas pocas marcas y máximo presencia de la propia– con una imagen de marca no exenta de reconocimiento. Es el mismo segmento, aunque con tiendas más pequeñas y sin ese halo de prestigio, en el que compite Dia, que también se distingue de Mercadona en que confía parte de su expansión a las tiendas franquiciadas.

Franquicias

El abanderamiento de establecimientos abiertos por pequeños empresarios, según la fórmula de la franquicia, es otro de las tendencias en boga dentro de la distribución minorista, y de nuevo un fenómeno que es difícil disociar de la crisis. Con la capacidad financiera muy limitada por el contexto económico y con los gustos del consumidor apuntando a la tienda cercana y a la compra en pequeñas cantidades, el supermercado franquiciado, de tamaño pequeño o medio, aparece como una solución a gusto de todo el mundo. Carrefour y Eroski, precisamente los agentes que han protagonizado el gran movimiento en el campo de los híper, son también quienes han apostado en mayor medida por las franquicias para hacer crecer sus cadenas de establecimientos más pequeños. La cooperativa vasca, de hecho, dio el año pasado un paso más en esa fórmula al abrir en Tarragona su primer hipermercado franquiciado. En total, a lo largo de 2015 Eroski abrió 94 supermercados bajo el modelo de la franquicia, uno de ellos en Cantabria. Con él suma 15 supermercados en la región.

En el caso de Carrefour, esa estrategia multicanal se concreta en dos formatos distintos de supermercados, bautizados como Market –los de mayor tamaño– y Express. Del primer tipo cuenta con un único establecimiento en Cantabria, en la santanderina calle de Jesús de Monasterio, que opera como tienda propia de la cadena. Los Carrefour Market cuentan con entre 800 y 2.000 metros cuadrados, lo que por tamaño y volumen de inversión les sitúa fuera del alcance del franquiciado tipo. Por contra, los Carrefour Express –entre 100 y 800 metros cuadrados– responden fielmente al tipo de tienda que están abanderando las grandes cadenas, pero cuya puesta en marcha y gestión se deja en manos de pequeños inversores. Carrefour cuenta en Cantabria con 17 de estos establecimientos, todos ellos franquiciados.

A diferencia de lo que sucede en el caso de los hipermercados, en la expansión de los supermercados también juegan un papel relevante las empresas locales. En el caso de Cantabria son dos los grupos de distribución que tienen aquí su sede: Semark AC Group, que opera bajo la marca Lupa, y VES SL, que asociada con la guipuzcoana Unialco forma el grupo Uvesco, propietario de los supermercados BM.

Empresas locales

Tanto Semark como Uvesco viven un proceso de expansión perfectamente coherente con la pujanza que está registrando el modelo de distribución mediante supermercados. La primera de ellas, a través de Lupa, es la principal empresa cántabra del sector, acercándose a los 2.000 trabajadores y con una facturación que en 2014 superó los 421 millones de euros. Esta última cifra ha registrado un incremento de cerca de un 50% desde 2008, recogiendo los efectos del crecimiento en el número de establecimientos, repartidos entre Cantabria y Castilla-León, los mercados donde opera la marca cántabra, siempre a través de tiendas propias.

Con unas cifras algo menores, VES SL presenta una evolución prácticamente idéntica en los años que van de la crisis hasta hoy: de una facturación de algo menos de 69 millones en 2008 ha pasado a vender por importe de más de 134 millones en 2014. Su integración en el grupo Uvesco hace que las cifras sean, en cuanto a volumen, un tanto engañosas. El conjunto del grupo, que opera en Cantabria, País Vasco, Navarra y La Rioja, facturó 609 millones de euros en 2014.

Aunque el último movimiento empresarial ha tenido como protagonistas a los hipermercados, el estudio de la consultora DBK sobre distribución alimentaria augura que este año 2016 se producirán fusiones o adquisiciones que aumenten la concentración empresarial en el ámbito de los supermercados. En España los cinco mayores operadores de supermercados controlan el 50% del mercado, mientras que en Reino Unido o Portugal se mueven en porcentajes superiores al 80%. El dato refleja el peso que en España mantienen las cadenas de ámbito local, que podrían ser objeto de deseo por parte de las grandes en sus objetivos de crecimiento. Por el momento, los movimientos que se han dado se han concentrado mayoritariamente entre estas, con la compra de El Arbol por parte de Dia, que también adquirió el pasado año 146 supermercados a Eroski en Madrid y Andalucía. La propia Uvesco adquirió en 2011 los 43 supermercados con que contaba la vasca Ercoreca. Todo indica que operaciones como estas serán habituales en el futuro más inmediato.

La anunciada venta del hipermercado Eroski de Maliaño a Carrefour supone la última vuelta de tuerca a un modelo de venta minorista que está en plena transformación y que pone en cuestión la rentabilidad de las tiendas de mayor tamaño y oferta comercial más amplia. Los supermercados de proximidad, el descuento duro y las tiendas franquiciadas ganan terreno con la crisis y centran el esfuerzo de expansión de las grandes cadenas, en detrimento de los híper.

Texto de Jose Ramón Esquiaga @josesquiaga

Como pagando el peaje de su condición de metáfora de los tiempos de la abundancia, los abarrotados y surtidísmos lineales de la gran distribución no pasan hoy por su mejor momento. El proceso de venta de parte de su red de hipermercados por parte de Eroski –entre ellos el de Valle Real, en Maliaño– no es sino el último episodio de un proceso que hunde sus raíces en la crisis económica y que tiene que ver tanto con las dificultades financieras derivadas de aquella como con unos cambios de hábitos del consumidor que también tienen que ver con la recesión que arrancó en 2007. Ninguna de las dos circunstancias anteriores ha puesto en cuestión el modelo comercial de las grandes cadenas, pero sí el tipo de establecimientos y su oferta de productos, situando a los grandes hipermercados como el formato más perjudicado, y a los supermercados de barrio como los triunfadores de una batalla que no ha hecho más que empezar.

La nota con la que Eroski daba cuenta de su decisión de vender parte de su red de hípermercados a Carrefour deslizaba alguna de las claves estratégicas de la operación, con la que según la cooperativa vasca se buscaba concentrar los esfuerzos de expansión en los supermercados franquiciados. Si la apuesta por las tiendas más pequeñas tiene que ver con los cambios en la forma en que los consumidores compran, lo segundo –las franquicias– se relaciona directamente con la transformación que ha sufrido la estrategia de crecimiento a causa de las dificultades financieras. Es cierto que estas últimas son mayores en el caso de Eroski –con una enorme deuda que arrastra desde antes de la crisis–, pero la apuesta por las franquicias es común en la mayor parte del sector, y tiene un protagonismo similar en el caso de Carrefour, precisamente la empresa que ha adquirido los hipermercados vendidos por la cadena vasca.

La operación anunciada el pasado 29 de febrero depende del dictamen de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) para culminarse en los términos acordados entre las dos grandes cadenas de distribución, algo que en ningún caso se produciría antes de que acabe el año. Hasta entonces habrán de despejarse todavía algunas incógnitas, empezando por las condiciones en las que quedan los trabajadores. Aunque en el anuncio de la venta se decía que Carrefour asumiría todos los trabajadores con que cuenta el hipermercado de Valle Real, el hecho de que Eroski sea una cooperativa y buena parte de sus trabajadores socios de la misma hace que esa subrogación no sea sencilla. Con todo, las principales dudas para que la venta culmine en los términos que se han anunciado tienen que ver con la posición de dominio en la que quedaría Carrefour, y que puede llevar a que la CNMC plantee objeciones a la operación.

En Cantabria existen a día de hoy seis hipermercados, los dos de Carrefour en Santander y el que tiene en Torrelavega, dos de Eroski en Santander y Castro Urdiales y el de Hipercor también en la capital de Cantabria. El híper de Eroski en Castro no entra dentro del paquete de establecimientos vendido a Carrefour, por lo que de culminar la venta en las condiciones anunciadas, en Cantabria seguirían operando el mismo número de jugadores que antes, pero con Carrefour haciéndolo desde una clara posición de dominio, que sería casi absoluto en el eje Santander-Torrelavega, que concentra a la mayor parte de la población de la región. Esa es la situación que tendrá que valorar Competencia. En Cantabria no hay hipermercados de otras cadenas –Alcampo es la enseña con más establecimientos entre las que no cuentan con ninguno en la región– lo que deja unas condiciones de mercado un tanto peculiares.

La situación anterior, referida a los hipermercados, no tienen nada que ver con la que se da en los supermercados, un formato en el que la competencia es feroz, y creciente. Aunque el crecimiento en el tamaño de supermercados hace que en ocasiones sea difícil distinguirlos del tradicional hipermercado, lo que sigue diferenciando a estos últimos es la oferta de producto, que incluye electrodomésticos, textil, librería o bricolaje. A diferencia de esto los supermercados –incluso los de mayor tamaño, situados a las afueras de las ciudades y con aparcamiento propia, características tomadas de los híper– tienen un catálogo centrado en alimentación y droguería. Es este formato el que está mostrando un mayor dinamismo desde el comienzo de la crisis.

Según datos recogidos en la última memoria anual publicada por la Asociación de Grandes Empresas de Distribución (Anged), correspondiente al año 2014, hasta ese ejercicio, y desde 2008, el número de grandes supermercados –de entre 1.000 y 2.499 metros cuadrados­– ha crecido en España por encima del 25%, lo que supone sumar 701 establecimientos de esta tipología en los seis años a los que hace referencia el estudio. Ningún otro formato ha incrementado su número en proporciones similares, aunque también lo hacen de forma notable los súper de tamaño medio: un 8,8% los que disponen de entre 400 y 999 metros cuadrados de tienda y un 6,1% los que tienen entre 100 y 399 metros cuadrados. En ese mismo periodo de tiempo, solo se han abierto ocho nuevos hipermercados en España, lo que supone apenas un 1% de incremento en la oferta. Al margen de cualquier crecimiento quedan los supermercados más pequeños –de menos de 100 metros cuadrados– y las tiendas de alimentación tradicionales, que registran caídas del 15,3 y el 14,6% respectivamente.

Los datos de crecimiento de la oferta tienen su correlación en la ventas. Según la memoria anual de Anged, que se remite a lo que recoge un estudio de AC Nielsen, los supermercados de más de 400 metros cuadrados contaban en 2014 con una cuota de mercado del 63,7% en alimentación, siete puntos por encima de la que registraban en 2009. Todo el resto de formatos registra pérdidas de cuota en ese mismo periodo, con los hipermercados encabezando esa caída en términos absolutos –tres puntos de pérdida de cuota– si bien son las tiendas tradicionales las que registran un peor resultado en términos proporcionales, al pasar de un 9 a un 6,8% de cuota.

En términos de valor del mercado, y en este caso según las conclusiones de un estudio de la consultora DBK, los supermercados facturaron en España 65.650 millones de euros en venta de alimentación, un concepto por el que los hipermercados ingresaron ese mismo año 14.500 millones de euros.

Es en ese paisaje en el que se está desarrollando la que hoy por hoy está siendo la principal batalla del comercio minorista. A diferencia de lo que sucede con los hipermercados, donde el número de contendientes se cuenta con los dedos de la mano, en los supermercados no se ha vivido un proceso de concentración empresarial equivalente y son muchos más los competidores, por más que uno de ellos –Mercadona– acapare el máximo protagonismo por lo rápido de su expansión y por el éxito de su modelo comercial.

La cadena valenciana, que cuenta con diez tiendas en Cantabria, ha sabido conjugar el concepto de descuento duro –tiendas austeras, con una oferta de producto limitada a unas pocas marcas y máximo presencia de la propia– con una imagen de marca no exenta de reconocimiento. Es el mismo segmento, aunque con tiendas más pequeñas y sin ese halo de prestigio, en el que compite Dia, que también se distingue de Mercadona en que confía parte de su expansión a las tiendas franquiciadas.

Franquicias

El abanderamiento de establecimientos abiertos por pequeños empresarios, según la fórmula de la franquicia, es otro de las tendencias en boga dentro de la distribución minorista, y de nuevo un fenómeno que es difícil disociar de la crisis. Con la capacidad financiera muy limitada por el contexto económico y con los gustos del consumidor apuntando a la tienda cercana y a la compra en pequeñas cantidades, el supermercado franquiciado, de tamaño pequeño o medio, aparece como una solución a gusto de todo el mundo. Carrefour y Eroski, precisamente los agentes que han protagonizado el gran movimiento en el campo de los híper, son también quienes han apostado en mayor medida por las franquicias para hacer crecer sus cadenas de establecimientos más pequeños. La cooperativa vasca, de hecho, dio el año pasado un paso más en esa fórmula al abrir en Tarragona su primer hipermercado franquiciado. En total, a lo largo de 2015 Eroski abrió 94 supermercados bajo el modelo de la franquicia, uno de ellos en Cantabria. Con él suma 15 supermercados en la región.

En el caso de Carrefour, esa estrategia multicanal se concreta en dos formatos distintos de supermercados, bautizados como Market –los de mayor tamaño– y Express. Del primer tipo cuenta con un único establecimiento en Cantabria, en la santanderina calle de Jesús de Monasterio, que opera como tienda propia de la cadena. Los Carrefour Market cuentan con entre 800 y 2.000 metros cuadrados, lo que por tamaño y volumen de inversión les sitúa fuera del alcance del franquiciado tipo. Por contra, los Carrefour Express –entre 100 y 800 metros cuadrados– responden fielmente al tipo de tienda que están abanderando las grandes cadenas, pero cuya puesta en marcha y gestión se deja en manos de pequeños inversores. Carrefour cuenta en Cantabria con 17 de estos establecimientos, todos ellos franquiciados.

A diferencia de lo que sucede en el caso de los hipermercados, en la expansión de los supermercados también juegan un papel relevante las empresas locales. En el caso de Cantabria son dos los grupos de distribución que tienen aquí su sede: Semark AC Group, que opera bajo la marca Lupa, y VES SL, que asociada con la guipuzcoana Unialco forma el grupo Uvesco, propietario de los supermercados BM.

Empresas locales

Tanto Semark como Uvesco viven un proceso de expansión perfectamente coherente con la pujanza que está registrando el modelo de distribución mediante supermercados. La primera de ellas, a través de Lupa, es la principal empresa cántabra del sector, acercándose a los 2.000 trabajadores y con una facturación que en 2014 superó los 421 millones de euros. Esta última cifra ha registrado un incremento de cerca de un 50% desde 2008, recogiendo los efectos del crecimiento en el número de establecimientos, repartidos entre Cantabria y Castilla-León, los mercados donde opera la marca cántabra, siempre a través de tiendas propias.

Con unas cifras algo menores, VES SL presenta una evolución prácticamente idéntica en los años que van de la crisis hasta hoy: de una facturación de algo menos de 69 millones en 2008 ha pasado a vender por importe de más de 134 millones en 2014. Su integración en el grupo Uvesco hace que las cifras sean, en cuanto a volumen, un tanto engañosas. El conjunto del grupo, que opera en Cantabria, País Vasco, Navarra y La Rioja, facturó 609 millones de euros en 2014.

Aunque el último movimiento empresarial ha tenido como protagonistas a los hipermercados, el estudio de la consultora DBK sobre distribución alimentaria augura que este año 2016 se producirán fusiones o adquisiciones que aumenten la concentración empresarial en el ámbito de los supermercados. En España los cinco mayores operadores de supermercados controlan el 50% del mercado, mientras que en Reino Unido o Portugal se mueven en porcentajes superiores al 80%. El dato refleja el peso que en España mantienen las cadenas de ámbito local, que podrían ser objeto de deseo por parte de las grandes en sus objetivos de crecimiento. Por el momento, los movimientos que se han dado se han concentrado mayoritariamente entre estas, con la compra de El Arbol por parte de Dia, que también adquirió el pasado año 146 supermercados a Eroski en Madrid y Andalucía. La propia Uvesco adquirió en 2011 los 43 supermercados con que contaba la vasca Ercoreca. Todo indica que operaciones como estas serán habituales en el futuro más inmediato.

Tras la inauguración de un nuevo supermercado BM en Solares, el número 24 de la enseña en la comunidad autónoma, Grupo Uvesco ultima la apertura de una gran plataforma logística en Sámano, la cual ha supuesto más de 29 millones de euros de inversión. La compañía, que tiene orígenes cántabros, concreta al mismo tiempo los detalles de su recién estrenada tienda ‘on line’ y se prepara para dar el salto al modelo de franquicia.

Texto de Jesús García-Bermejo @chusgbh

El pasado mes de diciembre, tras una inversión de más de dos millones de euros, BM Supermercados abría las puertas de su primer establecimiento en Solares, el número 24 de la enseña en Cantabria. El nuevo centro, ubicado en la avenida de Oviedo, cuenta con una superficie comercial de 800 metros cuadrados, 60 plazas de aparcamiento y ha supuesto la creación de 20 puestos de trabajo. En total, más de 10.000 referencias de productos pueblan sus estantes, incluyendo frescos, productos de alimentación saludable, parafarmacia, congelados, bodega, droguería, perfumería, panadería y venta de prensa.

Esta apertura forma parte del plan de expansión en el que se encuentra inmerso Grupo Uvesco, firma que solo en Cantabria suma más de 17.000 metros cuadrados de superficie y una plantilla cercana a las 500 personas. De hecho, si todo marcha según lo previsto, la compañía estrenará en el primer semestre de 2016 una nueva plataforma logística en Sámano, la cual, con una inversión superior a los 29 millones de euros y una dimensiones de 21.000 metros cuadrados, supone una de las mayores apuestas del grupo de distribución en los últimos años y todo un hito en su centenaria trayectoria en la comunidad autónoma. Desde este punto dará servicio a las tiendas BM de Cantabria y Vizcaya, una ubicación estratégica que pasará a unirse a los centros logísticos de Irún y Los Corrales de Buelna, en donde la compañía cuenta con dos almacenes y dos plataformas de productos frescos cuya superficie total supera los 25.500 y los 9.700 metros cuadrados, respectivamente.

110 años en Cantabria

Grupo Uvesco se fundó en 1993 fruto de la unión de Unialco, empresa guipuzcoana del sector de la distribución nacida en la década de los 70, y Ves, firma cántabra surgida a principios del siglo XX y cuya denominación se corresponde con las iniciales de Viuda de Eulogio Sánchez. Y es que, fue el propio Eulogio Sánchez quien, acompañado de su esposa Cándida Sánchez, abrió en 1905 un modesto negocio de venta de vinos y ultramarinos que fue creciendo hasta convertirse en uno de los principales grupos de alimentación de la región, posición que se vio reforzada con el posterior acuerdo. Esta alianza tenía como objetivo el desarrollo de distintas fórmulas comerciales y la expansión del negocio partiendo de las instalaciones logísticas existentes y de las ventajas derivadas de un mayor volumen de operaciones. Es más, según asegura Eulogio Sánchez Saiz, actual director general adjunto de Grupo Uvesco, ya desde su nacimiento la nueva organización optó por funcionar como una sola sociedad, aunque manteniendo su identidad en cada zona gracias a una convencida apuesta por el producto local. “Coincidíamos en el modelo, la filosofía, y en la forma de hacer las cosas, y la operación resultaba especialmente interesante para expandirnos –considera–. Hemos mantenido una línea de crecimiento continua en todo momento, incluso en los periodos de crisis, lo que indica que partíamos de un buen planteamiento que hemos sabido gestionar y mejorar con los años”.

Hoy es una de una de las empresas líderes en distribución alimenticia de la zona norte de la península, gracias a su fuerte desarrollo e implantación en Guipúzcoa, Álava, Vizcaya, Navarra, La Rioja y Cantabria, en donde cuenta con 187 supermercados BM y 8 Súper Amara, además de dar servicio a franquicias Ugari, Unico, Berriak y a tres centros Norcash –aglutina el cash and carry del grupo de distribución–. Esta estructura fue la que permitió a la firma cerrar el 2014 con 3.568 empleados y 609 millones de euros en facturación, cifras logradas fruto del proceso de expansión en el que se encuentra inmersa y que ha supuesto la apertura de 24 nuevos establecimientos desde 2010, tres de ellos en Cantabria –Solares, Liencres y Suances–.

Este crecimiento se vio potenciado con la adquisición en 2011 de la cadena vizcaína Ercoreca, que trajo consigo la incorporación de 43 supermercados más a la red de la compañía, una operación que hacía necesaria la unificación de enseñas de Uvesco. Así, desde 2013 BM ha ido sustituyendo progresivamente a las restantes marcas comerciales con las que el grupo operaba en territorio nacional, lo que en Cantabria se ha traducido en la reconversión de los antiguos Netto. De hecho, solo Súper Amara mantiene su propia imagen en la actual organización, una decisión estratégica que, en palabras del propio Eulogio Sánchez Saiz, respondía a la posición de privilegio con la que la marca cuenta en San Sebastián. “Su trayectoria supera los 30 años en la provincia, tiempo en el que se ha convertido en toda una referencia. Además, con una política comercial propia, preservar la identidad que tanto éxito y reconocimiento le había proporcionado entre la sociedad guipuzcoana era lo más lógico”.

En 2015, ejercicio que la firma de distribución aún no ha cerrado a nivel contable, Uvesco ha logrado incrementar su importe global de negocio en torno a un 3%, un crecimiento similar al registrado en los establecimientos BM de Cantabria, los cuales, tal y como asegura el director general adjunto, lograron incrementar las ventas un 3%. “Ya desde finales de 2014 pudimos constatar una cierta recuperación en la economía que se ha mantenido el pasado año –expone–. A pesar de que en este sector no suelen notarse variaciones drásticas en los hábitos, ya que nadie deja de hacer la compra semanal aunque la economía caiga, ni la incrementa porque la situación mejore, sí se perciben cambios en la selección de productos, lo que afecta de lleno al ticket de compra”.

Proveedor local

El nuevo establecimiento BM de Solares contará en sus estantes con frutas y verduras de la huerta de Fernando Valdés, de Orejo, así como con género de las ganaderías de Esperanza Trueba y Toño Quintanilla, de Soba y Arenal de Piélagos, respectivamente. Y todo ello sin olvidar los pescados de las lonjas de Santander, Santoña, Laredo y San Vicente de la Barquera. Y es que, según se asegura desde la propia firma, los tres grandes pilares sobre los que descansa su filosofía son la excelencia en el servicio, un surtido de calidad y una convencida apuesta por el producto fresco y local. Esto se traduce en amplios espacios en los distintos centros y un gran abanico de primeras marcas para que el cliente pueda elegir entre más de 12.000 referencias, destacando entre ellas las propias de cada mercado, algo que en Cantabria se plasma en una red de más de 100 proveedores de la región. “Garantizamos la calidad del producto fresco y, al tiempo, favorecemos la economía local, una máxima que nos diferencia y en la que llevamos creyendo 40 años. De ahí el ‘BM no es lo mismo’ que figura en nuestro eslogan”, apunta el director general adjunto.

Almacén y plataforma logística de Grupo Uvesco en Barros. La empresa está a punto de inaugurar otro centro logístico en Sámano.

En este sentido, solo en 2014 Grupo Uvesco realizó compras por valor de más de 10 millones de euros a productores cántabros –conservas, bodega, agua, café, embutidos, lácteos, huevos, dulces, productos agrícolas, pesqueros y ganaderos–, destacando el protagonismo de los quesos de la región con más de 50 referencias de firmas como Tres Valles Pasiegos, La Jarradilla, Las Garmillas o La Pasiega de Peña Pelada, entre otras. De hecho, precisamente en 2014 la Cofradía del Queso de Cantabria premió la labor llevada a cabo por BM para la difusión y comercialización de su producto tanto dentro como fuera de la comunidad autónoma.

Así mismo, y aunque la apuesta de la red de establecimientos se basa en la variedad de marcas de fabricantes nacionales e internacionales de primer nivel, su pertenencia al Grupo IFA, formado por 33 asociados –suman una facturación superior a los 10.500 millones de euros–, le permite, además de acceder a mejores condiciones de compra, contar con una marca de distribuidor. “Tiene una excelente relación calidad precio y, aunque no abunde en nuestros estantes, está disponible para aquellos clientes que la demanden. Nuestra meta es que el comprador cuente con varias opciones y elija la que más le convenga”, comenta Eulogio Sánchez Saiz.

En 2016 la firma continuará consolidando su apuesta por el producto fresco y de kilómetro cero con nuevos convenios y colaboraciones con proveedores locales, una labor que irá acompañada de más aperturas, especialmente en La Rioja, en donde BM tan solo cuenta con un establecimiento. Además, Uvesco se prepara para iniciar en este ejercicio una nueva fase en su proceso de expansión mediante el modelo de franquicia, una fórmula ya utilizada por muchos otros grandes distribuidores y que la compañía afrontará a través de la enseña BM Shop. “Creemos que con la ayuda del franquiciado podemos llegar a un nicho de mercado en el que quizás no estamos lo suficientemente presentes: poblaciones pequeñas y barrios –asegura el directivo–. Nosotros aportaríamos el modelo de negocio, la filosofía de trabajo, nuestro surtido habitual y un asesoramiento permanente. La idea es tutelar y gestionar todo el proceso para que las nuevas tiendas cuenten con los mismos estándares de calidad que las ya existentes”.

Y no hay que olvidar el ambicioso proyecto en el que trabaja Grupo Uvesco para su entrada en el ámbito digital a través de su nueva tienda on line, puesta en marcha en Cantabria este mes de enero. En total, 8.000 referencias con información adicional como el valor nutricional de los productos o su compatibilidad con distintas alergias, una herramienta que puede jugar un rol fundamental para que la cadena de establecimientos continúe mejorando los resultados cosechados en los últimos ejercicios, su gran objetivo a corto plazo.