Ante la caída de pasajeros del último año, el director general de Transportes, Pablo Herrán, defiende que el Seve Ballesteros-Parayas mantiene una actividad importante a tenor de la población de Cantabria, y se muestra convencido de que las medidas puestas en marcha por el Ejecutivo cántabro para revitalizar algunas conexiones nacionales contribuirán a mejorar las cifras en los próximos meses. Además, critica la política tarifaria de Aena, a la que reclama que haga “algo más” para favorecer que las compañías aéreas trabajen más desde los aeropuertos regionales, y abre la puerta a que el Seve Ballesteros acoja el posible exceso de demanda que puede llegar a soportar el aeropuerto de Bilbao, que está “bastante saturado”.

Manuel Casino | Abril 2025

«No se puede decir que el Seve Ballesteros no haya despegado”. Así lo afirma el director general de Transportes del Gobierno de Cantabria, Pablo Herrán, para atajar las críticas vertidas tras los resultados alcanzados por el aeródromo cántabro el pasado año y en enero del presente ejercicio, último mes del que se disponen datos, que confirman una tendencia negativa iniciada a finales del 2023.

“El aeropuerto llegó ese año a un récord absoluto que otros aeropuertos han alcanzado un año después”, recuerda Herrán para tratar de explicar lo ocurrido en 2024 y antes de poner el foco en otros aspectos que, a su juicio, explican las cifras: “Nuestra población es mucho menor que la de otras comunidades autónomas, y nuestra cercanía al aeródromo de Bilbao, que ocasionalmente nos permite una mejor conexión, especialmente a los cántabros de la zona oriental, también actúa como principal competidor. El de Asturias tiene como público objetivo el doble de habitantes que Cantabria y no tiene cerca a un aeropuerto tan potente como el vasco que le ‘robe’ pasajeros”, ilustra a modo de ejemplo.

Una opinión que también es compartida por el responsable técnico del Transporte Aéreo en el Gobierno de Cantabria, Javier Gundelfinger, quien recuerda que el aeródromo asturiano no contaba hasta hace dos años con conexión a Bruselas, lo que hacía que decenas de miles de asturianos vinieran hasta el Seve. “Esto ahora no ocurre, pero si hiciéramos un ratio entre el número de pasajeros con respecto a la población, si no somos líderes en todo el norte de España poco le falta”, enfatiza, para poner luego en relación los datos del aeródromo cántabro con los de otras provincias del norte: “Somos una comunidad con 600.000 habitantes y contamos prácticamente con el doble de pasajeros. La provincia de Pontevedra, por ejemplo, tiene un millón de población y el aeropuerto de Vigo registró el pasado año menos pasajeros que el nuestro; y el de A Coruña, que cuenta con 1,1 millón de habitantes, sumó poco más de 40.000 pasajeros más que nosotros en 2024”.

Pablo Herrán, director general de Transportes del Gobierno de Cantabria. Foto: PM Foto.

En esta línea, Herrán reitera su opinión de que el aeropuerto cántabro cuenta con mucha actividad en relación con la población a la que atiende: “Pero no nos conformamos porque creemos que es mejorable. Y en ello estamos”, enfatiza.

En este sentido, ambos responsables coinciden en que la meta de los 1,5 millones de pasajeros está ahí, pero sin comprometerse a que sea alcanzable en esta legislatura o a medio plazo. “La demanda no la podemos medir. No sabemos cuánto va a viajar la gente, ni tampoco lo que va a ocurrir en los aeropuertos de Asturias o de Bilbao. En la medida de cómo evolucionen sus rutas, tendremos más o menos incremento. Lo que está claro que para lo que somos estamos bien. ¿Queremos y debemos estar mejor? Sí, pero hay que ser conscientes de la población que tenemos”, insiste Gundelfinger, quien cita el caso de Ikea, que abrió grandes superficies en Bilbao y Asturias y aún no lo ha hecho en Santander. ¿Por qué?: “Seguramente porque la previsión de la cadena escandinava es que venderá más en esos territorios”, reflexiona.

Para entender mejor los resultados de este último año, Herrán rememora también los problemas de suministro de aeronaves que han sufrido las compañías desde 2023 y al mantenimiento preventivo que ha obligado a dejar en tierra a algunos modelos de aviones durante meses. “Según las conversaciones que hemos mantenido con la mayoría de ellas, esta coyuntura desfavorable podría estar superada a finales de este año y las compañías recuperar entonces la flota que tenían e incluso incrementarla, lo que sin duda nos favorecerá a todas las regiones. Si estas predicciones se cumplen, el año que viene pude ser una oportunidad de mejorar las cifras”, augura.

«Pese al descenso del pasado año, los datos siguen estando entre los mejores de la historia del aeropuerto”. Pablo Herrán, director general de Transportes

En cualquier caso, el director general de Transportes insiste en reiterar que el Seve Ballesteros viene de un 2023 de récord. “Lo que intentamos trasladar es que no todos los años se puede mantener esas cifras y que, pese al descenso del pasado año, los datos –cerca de un 1,1 millón de pasajeros– siguen estando entre los mejores de la historia del aeropuerto”, asevera.

Batería de medidas

En su objetivo de ampliar la actividad del aeropuerto, tal y como ya aseguró el consejero de Fomento, Roberto Media, a finales de febrero en el Parlamento de Cantabria, Herrán alude a la batería de acciones que el Gobierno de Cantabria está llevando a cabo para mejorar algunas de las conexiones y que, según resuelve, ya han tenido un reflejo en las estadísticas de enero.

Así resalta que, a pesar de que los resultados en el primer mes del año han sido negativos, fundamentalmente por la cancelación de las rutas de invierno de Ryanair a Birmingham, Manchester y Venecia, estas medidas han surtido su efecto en las rutas de Madrid y Barcelona, las dos principales del aeródromo cántabro que ya presentan, gracias a nuevos vuelos semanales, “un aumento significativo” de pasajeros con relación al pasado año. En este sentido, Herrán no duda en poner en valor las salidas, cuatro días a la semana, de un vuelo a Madrid a las 6,30 de la mañana que, subraya, permite a sus usuarios conectar con vuelos a cualquier ciudad europea.

En Sevilla, por su parte, sostiene que las mejoras introducidas desde mediados de enero permiten contar con dos vuelos semanales en la temporada de invierno –hasta marzo– y tres en la de verano, época en la que también adelanta que se verán las mejoras en las conexiones con Ibiza y Menorca, que contarán con dos vuelos cada una, el doble que en 2024. Además, recapitula que a partir de este mes de marzo Canarias dispondrá de cinco conexiones semanales –tres con Gran Canaria y dos con Tenerife– lo que representa un incremento del 20%, y que se encuentra en licitación la conectividad con Bucarest, que la pasada temporada operó la compañía Wizz Air.

El responsable de Transportes coincide con Media en no estar satisfecho con los datos alcanzados en 2024, pero también en que 1,1 millón de pasajeros es una cifra “muy digna”, al tiempo que resaltó los “buenos resultados” alcanzados por algunas rutas británicas, especialmente las de Edimburgo y Dublín, así como la de Canarias, un mercado que podría pensarse que era de salida de cántabros hacia las islas pero que, aclara Gundelfinger, muestra la tendencia contraria: “Dos tercios de los pasajeros son canarios que vienen y se quedan en Cantabria”.

Política tarifaria de Aena

De otro lado, Herrán justifica el negativo comportamiento que presenta el Seve en este arranque del ejercicio –ha registrado una caída del 10,7% en pasajeros y del 8,9% en operaciones– frente al aumento que se observa en el conjunto de los aeropuertos de Aena, en los que estas cifras crecieron de media en un 6,1% y 5,2%, respectivamente, en que estos mejores resultados globales descansan principalmente en los grandes aeropuertos españoles y no tanto en los pequeños, como el de Santander que, según mantiene, se están viendo perjudicados por la política tarifaria del operador público.

“Estamos convencidos de que Aena podría y debería hacer algo más para favorecer que las aerolíneas trabajen más desde los aeropuertos regionales como el nuestro”, reclama al hilo de la guerra que Ryanair mantiene con esta sociedad pública a cuenta de la tarifas áreas. “Al final la diferencia de tarifas entre Bilbao y Santander no es muy grande y las compañías prefieren implantar conexiones desde la capital vizcaína porque tienen más masa y público al que dirigirse”, razona. “Está claro que no aplicar más bonificaciones a los aeropuertos regionales nos perjudica y nos hace ser menos competitivos”.

Pasajeros embarcan en el vuelo de una de las siete compañías que operan en el aeropuerto. Foto: PM Foto.

Así se lo han trasladado ya al Ministerio de Transportes, con cuyos responsables adelanta que se reunirán a principios de marzo para tratar este tema e intentar mejorar la competitividad del aeropuerto. “Es evidente que la situación en que actualmente se encuentran los aeropuertos regionales no favorece la implantación de nuevas rutas y, si la situación no cambia, es de esperar que se produzcan pocas novedades en las rutas de los aeropuertos de la cornisa cantábrica, exceptuando el de Bilbao”, destaca.

Así lo opina también el responsable técnico del Transporte Aéreo, quien avanza que en España van a abrirse a partir de marzo del orden de cincuenta nuevas rutas, de las que sola una corresponderá a aeropuertos regionales del norte. “Esta es una evidencia de que los incentivos aquí no están funcionando. Y no es una opinión, es un dato”, reflexiona sobre la oportunidad de estas bonificaciones que, a su juicio, los aeropuertos principales como Madrid, Barcelona, Bilbao, Málaga Valencia o Sevilla no necesitarían: “O no al menos tanto como los pequeños, porque ya son, en sí mismos, polos de atracción económica y turística, y no digamos ya Canarias y Baleares”.

Mejorar la conectividad

Sobre las cifras que el Gobierno de Cantabria maneja de cara al fin de este ejercicio, Herrán asegura que nunca se marca objetivo de pasajeros: “Lo que buscamos es contar con la mejor conectividad posible tanto en cantidad como en calidad para favorecer la movilidad de los cántabros y también la llegada de turistas, nuestros dos propósitos principales”.

Además de mejorar la conectividad nacional e internacional, el responsable regional afirma que otro de los objetivos de su departamento es desestacionalizar la actividad del aeropuerto, que sigue concentrando en los meses de verano su mayor volumen de tráfico de pasajeros. “Intentamos que las rutas, en la media de lo posible, estén todo el año para generar la llegada de turistas también en invierno”, precisa. Así, recuerda que actualmente hay 16 rutas –siete nacionales y nueve internacionales–, que esta próxima temporada de verano se incrementarán a 26, lo que supone que más del 60% de las rutas son anuales.

Relación “excelente” con Ryanair

En el caso de Ryanair, la principal compañía que opera en el Seve Ballesteros, Herrán no duda en destaca la “excelente” relación que el Ejecutivo cántabro mantiene con sus responsables, pese a que la aerolínea irlandesa ha anunciado un recorte del 5% en sus operaciones con la supresión este verano de la ruta de Alicante. “Es un aliado estratégico”, ratifica Gundelfinger.

En cuanto a la posibilidad de contar con nuevas compañías aéreas –actualmente son siete las que operan con líneas regulares en el aeropuerto cántabro–, el director general de Transportes reconoce que mantiene continuas conversaciones para hacerlo posible. En este sentido, avanza que Santander acogerá los días 12 y 13 de marzo las IV Jornadas de Conectividad Aérea, un foro organizado por Aena y Turespaña con la colaboración en este caso del Gobierno de Cantabria, “que nos podrá en el centro de la conectividad nacional y europea y será una extraordinaria oportunidad para vender de primera mano nuestra tierra a las compañías”.

Inversiones en el aeropuerto

Al margen de las inversiones que Aena anunció en diciembre pasado por valor de 3,4 millones de euros para optimizar sus instalaciones y mejorar el flujo de pasajeros, especialmente de los vuelos internacionales No Schengen, Herrán anticipa la necesidad de reclamar a esta sociedad que gestiona los aeropuertos y helipuertos españoles de interés general la ampliación tanto de la zona de llegadas como de salidas. “Si queremos que aumenten las operaciones en el aeropuerto, necesitamos más espacio porque ahora hay momentos en los que, si coinciden varios vuelos a la vez, la capacidad es limitada”, admite.

Para concluir, el director general de Transportes retoma la reunión prevista con los responsables de Aena, a los que adelanta que también hará llegar la situación que vive el aeropuerto de Bilbao, que considera que está “bastante saturado”: “Vamos a intentar convencerles de que el Seve Ballesteros está en condiciones de atraer esa demanda que puede ser excesiva para el aeropuerto bilbaíno”, recalca Herrán y confirma el responsable técnico del Transporte Aéreo, quien detalla que en Bilbao pernoctan cada noche quince aviones comerciales, mientras que en Asturias lo hacen dos, en Santander solo uno y ninguno en el aeródromo de Vitoria. “Si en Bilbao duermen quince y aquí solo uno, es evidente que existe un desequilibrio porque Cantabria no es quince veces más pequeña que Vizcaya. Y eso habrá que pelearlo”, sentencia.

El Gobierno de Cantabria presenta la que sería la mayor inversión privada acometida nunca en Cantabria: los 3.600 millones de euros que la empresa XDC Properties destinará a la construcción y puesta en marcha de Altamira, un complejo tecnológico en torno a una concentración de centros de datos que sumaría una capacidad similar a la que hoy está operativa en toda España. Con una larga tramitación por delante y con cifras que la propia presidenta regional califica como «apabullantes», la iniciativa asume el reto de hacer olvidar el encadenamiento de fracasos en los que terminaron todos los grandes anuncios realizados por gobiernos anteriores, a razón de prácticamente uno por legislatura desde que se constituyera la comunidad autónoma.

José Ramón Esquiaga |  @josesquiaga | Abril 2025

Por más que con cada anuncio de gran proyecto pueda tenerse la impresión contraria, no es posible encontrar ningún antecedente que se acerque a las cifras desgranadas por el Gobierno de Cantabria en la presentación de Altamira, descrito como un Campus Tecnológico de Centros de Datos de grandes capacidades, entre ellas la de convertir a la región en “uno de los principales ‘hubs’ tecnológicos de Europa, al nivel de Madrid, Milán, Frankfurt o Londres”, según auguró María José Sáenz de Buruaga. Es en afirmaciones como esa de la presidenta de Cantabria, y no tanto en las cifras, donde puede encontrar arraigo el escepticismo con el que inevitablemente se reciben vaticinios como ese, que remiten a los realizados por otros gobiernos desde el nacimiento de la autonomía, y que siempre se vieron después desmentidos por la realidad de los hechos.

La principal diferencia del proyecto Altamira con cualquier referencia que pueda buscarse tiene que ver con las dimensiones y con la concreción de cuantías de inversión y plazos. De acuerdo con lo que se expuso en la presentación, la empresa XDC Properties invertirá 3.600 millones de euros para construir 12 módulos de centros de datos adyacentes que, a razón de 40 MW por cada uno de ellos, sumarán una capacidad conjunta de 480 MW. Durante su construcción se generarían 1.500 empleos directos, que serían 350 directos y 1.100 indirectos una vez esté el complejo en funcionamiento.

La mayor inversión privada de la historia

Son cifras que, como dijo la presidenta de Cantabria en la presentación, “apabullan” y que no solo convertirían a esta iniciativa en la de mayor inversión privada entre las acometidas nunca en Cantabria, sino que la situarían a una enorme distancia tanto de esos antecedentes como de cualquiera de las que se hayan anunciado nunca. Como referencia, el ‘bunker’ del Santander en Solares –la que hoy pasaría por la inversión más alta acometida nunca por una empresa en la región– costó 240 millones de euros, y en torno al centenar se emplearon en la construcción del Centro Botín, incluyendo el túnel bajo los jardines de Pereda. Muy por encima de esas cantidades, aunque también muy lejos de las previstas en Altamira, se mueven proyectos ya anunciados, pero aun sin echar a andar: entre 700 y 800 millones de euros se invertirán en la tantas veces aplazada ampliación de la central de bombeo de San Miguel de Aguayo, 250 en el proyecto de descarbonización de Solvay o, en lo que sería la referencia de mayor cuantía pero también la que se enfrenta a mayores incertidumbres, los 850 millones que costaría poner en marcha Besaya H2, la planta productora de hidrógeno verde que quiere levantarse en terrenos de Sniace.

Las dimensiones del complejo de centros de datos que componen el núcleo del campus tecnológico son también, como las de la inversión, enormes, tanto en términos absolutos como comparativos. A pesar del impulso que en los últimos años se ha dado a la apertura de centros de datos, en España el conjunto de los que están hoy operativos suma una capacidad de 355 MW –la unidad de medida que se utiliza en estas infraestructuras–, según se recoge en el ‘Informe del Sector del Data Center en España 2025-post 2027’ elaborado por Spain DC, la Asociación Española de Data Centers.

El consejero de Industria y la presidenta de Cantabria siguen la intervención de Javier Gonzalo, CEO de XDC Properties, promotora del proyecto. Junto a ellos,  Javier Ibáñez, responsable de adquisiciones de Stonieshield Capital. Foto: Raúl Lucio.

Durante la presentación de este informe, los responsables de la agrupación empresarial avanzaron varios escenarios de cara al futuro, teniendo en cuenta la enorme demanda que generará el desarrollo de la IA y el crecimiento asociado al aumento de los servicios en la nube. En la mejor de esas proyecciones, calculan que en 2027 España habrá captado inversiones para la puesta en marcha de nuevos centros de datos por valor de 21.800 millones de euros de forma directa, y otros 36.500 millones de forma indirecta. El resultado sería un aumento de la capacidad total que la llevaría hasta los 2.180 MW. Dando por buenas tanto estas previsiones como las cifras que se anuncian para el proyecto Altamira, este aportaría casi la cuarta parte del total de la capacidad con la que contarían los ‘data center’ operativos en España en el año 2030, si bien difícilmente estaría en funcionamiento para entonces.

Plazos conocidos

La cuestión de las fechas también establece diferencias con alguno de los grandes proyectos que anteriormente plantearon objetivos igual de ambiciosos, pero finalmente frustrados. A diferencia por ejemplo de la reapertura de la explotación minera de Reocín, de la que nunca se detalló plazo alguno, aquí sí se ha avanzado un calendario que será posible confrontar con la realidad ya este mes de marzo, cuando está previsto tramitar la declaración de interés regional previa a la redacción del Plan Singular de Interés Regional (PSIR) para los terrenos de Piélagos y Villaescusa en los que se levantará el campus tecnológico.

La aprobación del PSIR está prevista para julio de 2027; y la adquisición de los terrenos en los que se desarrollará la fase 2 del proyecto –la fase 1 se hará en el polígono de Vipar, en Piélagos, en una parcela ya a la venta y que tiene como única oferta de compra la presentada por los promotores de Altamira– en julio de 2028, de tal manera que las obras podrían comenzar en noviembre de 2028. Las obras de la fase 1, en los 374.572 metros cuadrados de la parcela del polígono de Vipar comenzarían en 2026. De cumplirse todos los plazos anunciados, la totalidad del complejo estaría en marcha en 2032.

Las condiciones climáticas de Cantabria son uno de los factores que se mencionan como propicios para el funcionamiento de los ‘data centers’, así como la conexión con el cable submarino de datos de Meta.

Aun con la relativa rapidez asociada a la figura del PSIR, la complejidad administrativa a la que da lugar un proyecto de estas dimensiones puede poner a prueba esos plazos. En términos energéticos y de impacto ambiental –uno de los principales condicionantes de los centros de datos– el proyecto contempla la instalación de paneles fotovoltaicos, de manera que el complejo reduzca su huella de carbono.

Las condiciones climáticas de Cantabria son uno de los factores que se mencionan como propicios para el funcionamiento de los ‘data centers’. Otro, citado expresamente por los promotores de Altamira, es la aportación del cable submarino Anjana, propiedad de Meta –la empresa detrás de Facebook, Instagram o Whatsapp– que conecta Santander con Carolina del Sur. Desde otra óptica, la elección de Cantabria también puede relacionarse con los vínculos de los promotores del proyecto con la región. XDC Properties es una filial de la gestora Stoneshield Capital, propiedad de Juan Pepa y Felipe Morenés. Este último, aunque ha nacido en Madrid y ha desarrollado toda su carrera profesional fuera de Cantabria, es hijo de Ana Botín, presidenta del Banco Santander.