Dos años después de ser adquirida por Javier Cavada y a punto de celebrar su cincuentenario, la fábrica de hélices de Camargo cumple sobradamente los objetivos marcados tras el último cambio de propietario y avanza en un proceso de ampliación de capacidad que incluye la compra de una planta a la que trasladará los trabajos de mecanizado y acabado de piezas. Con esta ampliación, que permitirá optimizar los espacios y el flujo de materiales, JC Navalips incrementará en un 60% su superficie de fabricación y multiplicará sus opciones para continuar el proceso de diversificación en clientes y sectores, con el energético como principal objetivo. En el arranque del primer ejercicio que completará fuera del paraguas de la multinacional Wärtsilä, el 30% de los pedidos son ya de nuevos clientes.

José Ramón Esquiaga |  @josesquiaga | Mayo 2024

Que una empresa que está a punto de cumplir el medio siglo se presente en el mercado con la fortaleza de ánimo que distingue a los más jóvenes es una de las consecuencias más llamativas de un movimiento corporativo que, en un resumen impreciso pero no del todo equivocado, ha tenido mucho de salto atrás en el tiempo. La adquisición de la que fuera fábrica de hélices navales de Wärtsilä Ibérica por parte de la sociedad creada al efecto por el empresario cántabro Javier Cavada supuso para este volver a una planta en la que ya tuvo responsabilidades directivas hace dos décadas en tanto que, desde la perspectiva de la factoría, el movimiento implicaba volver a operar sin la cobertura de una multinacional, como antes de ser adquiridos por el gigante finlandés en el ya lejano 2005. Cuando está cercano el tercer aniversario de ese último cambio de propietario, que coincidirá además con la celebración del cincuentenario de la empresa, la rebautizada como JC Navalips ha cubierto la que puede considerarse etapa inicial de su nueva andadura en solitario, y se prepara para encarar una segunda fase, que tendrá ya el crecimiento y la diversificación sectorial de la producción como principales objetivos.

Nacida en 1974 como una sociedad participada a partes iguales por la empresa pública Astilleros Españoles (Aesa) y la holandesa LIPS, Navalips ha tenido siempre la fabricación de hélices de propulsión naval como actividad principal y casi única, completada con una producción destinada al sector industrial que nunca ha alcanzado un volumen suficiente como para tener la consideración de línea de negocio diferenciada. La integración en Wärtsilä, el principal fabricante de motores navales del mundo y por entonces uno de los principales clientes de la planta cántabra, reforzó los vínculos con lo marítimo, al tiempo que posicionaba a la planta en el segmento ‘premium’ de este mercado. También la liberaba de cualquier labor comercial, al convertirse en su único cliente, en un proceso que ahora tiene que revertirse y que ha concentrado buena parte de las tareas acometidas en los algo más de dos años pasados desde que Wärtsilä vendiese la fábrica cántabra a Javier Cavada, que no solo la había dirigido en otra etapa, sino que había tenido responsabilidades ejecutivas de primer nivel en esa y otras áreas de negocio del amplísimo porfolio de producto de la multinacional finlandesa.

“El primer año tras la compra fue de entusiasmo, de ver a la gente trabajar con un espíritu emprendedor y muy comprometidos con el futuro de la empresa”, resume Javier Cavada en su balance de lo acontecido en el tiempo pasado desde la adquisición, que vino a poner fin a una etapa en la que se vivía con la tranquilidad que aportaba la cobertura de Wärtsilä, pero también sin los estímulos que aporta el saberse partícipes del propio destino: “En una multinacional sientes que las decisiones se toman lejos, que el futuro no depende de ti… En una fábrica como esta el factor humano es fundamental y he visto que el cambio se ha acogido con una mucha ilusión, algo que digo con un enorme agradecimiento”. Cavada, que de acuerdo a lo que es habitual en los países anglosajones contabiliza los ejercicios con cierre en el mes de junio, considera que el de 2022-2023 fue de consolidación, y que en este toca ya poner en marcha las actuaciones necesarias para lograr los objetivos que busca para la empresa: “Volvemos al espíritu emprendedor de antes, visitando astilleros y listos para desarrollar productos con nuestros clientes, generando valor, empleo y tecnología”.

Más superficie de fabricación

Trabajos de fundición en la planta de Camargo. Foto: Nacho Cubero.

Aunque con su actual capacidad la fábrica tiene sobrado margen para ampliar su producción, los planes de Navalips contemplan la adquisición de una planta en el entorno, en una operación que esperan concretar de manera inminente y que se considera básica para potenciar el proceso de diversificación de producto y clientes en el que está embarcada la empresa. A la nueva planta, que incrementará en un 60 % el espacio hoy disponible, se trasladará el mecanizado y acabado de piezas, quedando la fundición en su ubicación actual. “Eso nos va a permitir diversificar actividades sin que nos complique la trazabilidad y el flujo de producción”, explica el presidente de JC Navalips, que apunta directamente a productos como los dirigidos al transporte de gases, valvulería, ‘oil&gas’, hidrógeno y, por extensión, todos aquellos vinculados con un sector energético en el que augura un gran crecimiento de la demanda en los próximos años: “Con los medios actuales no tendríamos problema para fabricar el doble de lo que ahora hacemos, pero para entrar en esos mercados con nuevos productos necesitamos más espacio”.

JC Navalips prevé articular su oferta en torno a tres grandes líneas de negocio: dos directamente vinculadas con el sector naval, la tradicional fabricación de hélices y sus componentes y el servicio de reparación y mantenimiento; y una tercera completamente nueva y dedicada a la fabricación para el sector de la energía. El servicio de reparación naval también supone la incorporación al catálogo de un producto que no se ofrecía cuando la planta estaba integrada en Wärtsilä, pero en el que la empresa cántabra está en condiciones de aprovechar su larguísima trayectoria en el sector para hacerse un hueco en un mercado en el que se trabaja con mayores márgenes que en fabricación. El alto valor añadido del producto es una característica común a las tres líneas, que en todos los casos se posicionarían en los segmentos más altos de sus respectivos mercados.

En su condición de fabricante de hélices, Navalips está habituada a trabajar con los más elevados requerimientos de calidad y con el aval de un abrumador número de certificaciones. Ambas son características que pueden igualmente hacerse valer en el sector energético, donde se precisan materiales con la máxima resistencia a la corrosión. A ello hay que sumar el gran componente de ingeniería que tiene el producto con el que tradicionalmente ha trabajado Navalips, una condición que de nuevo es perfectamente trasladable al ámbito de la energía.

Productos de alto valor añadido para un sector muy exigente

Varias palas y hélices de propulsión naval esperan su traslado para ser instaladas. Foto: Nacho Cubero.

Las hélices son un componente cuya aportación va mucho más allá de la propulsión de la nave. Su incidencia en la seguridad de la navegación, la eficiencia energética y el ahorro de combustible o las capacidades del buque dotan a este elemento de una relevancia máxima, que es más decisiva en términos competitivos cuanto mayor es el valor que genera el barco en sus operaciones: “A un portacontenedores que trae de China varios millones de muñecas, a razón de un céntimo la unidad, que la hélice le dé un poco más de velocidad, haga la navegación más silenciosa o ahorre un 0,01% en el gasto de combustible no le aporta gran cosa. Ese no es nuestro mercado, nuestras hélices las utilizan los barcos que dan servicio a las plataformas petrolíferas, las fragatas, patrulleras y barcos de policía, los cruceros turísticos, los buques que transportan productos químicos…”, enumera Javier Cavada en su repaso a los nichos de mercado en los que considera que Navalips está en condiciones de competir ventajosamente con cualquiera: “Esta fábrica es una joya, no hay ninguna otra a nivel global con la calidad que tiene esta”, asegura.

El empresario cántabro pone algún ejemplo para ilustrar el valor añadido del producto que se fabrica en la planta cántabra, que descansa siempre en el conocimiento y la ingeniería desarrollada a lo largo del medio siglo que la empresa lleva compitiendo el mercado. En torno al 80 % del coste de una hélice se corresponde con el precio de las materias primas con los que se fabrica –cobre, níquel o titanio–, que se cuentan entre las de precio más elevado dentro de las que se emplean en fundiciones. El valor que se genera a partir de ahí, explica, puede perfectamente doblar ese coste: “En el diseño de una hélice, un ingeniero puede conseguir una mejora del 0,6 % en la eficiencia, que igual no parece mucho, pero que en un barco puede suponer un ahorro anual de dos millones de euros”. En esas cifras, subraya Javier Cavada, está el conocimiento generado en los años que lleva operando la empresa, con una estabilidad en la plantilla que considera uno de los principales valores de JC Navalips: “Tenemos simuladores y tecnología, pero sin las personas tendríamos que partir de cero y este proyecto en el que estamos no es que se complicase, es que sería directamente inviable”.

En la foto fija de lo que es hoy JC Navalips, cuando se encara la última parte de lo que sería el ejercicio 2023-24 y superada ya la fase de consolidación, un 6 % de la facturación de la planta tiene su origen en el sector energético, cuando en el momento de la compra el 100 % de las ventas eran a Wärtsila y al sector naval. Del resto, un 91 % son de fabricación, en tanto que el 3 % restante se corresponde con servicios de reparación y mantenimiento, una línea que, como la energética, ha sido puesta en marcha tras la salida de la multinacional.

Balance en positivo

Javier Cavada, máximo accionista de JC Navalips, en la planta de la empresa en Camargo. Foto: Nacho Cubero.

En su valoración del camino recorrido desde entonces, Javier Cavada da especial relevancia a la evolución de los pedidos en lo que va de 2024, un periodo en el que el 30 % de los encargos lo han sido de clientes nuevos. Eso supone moverse ya en los porcentajes que se contemplaban para el conjunto del año. “Pero en esto mantenemos el ADN Wärtsila, que fija objetivos con idea de superarlos”, advierte el empresario cántabro, que con esa referencia al antiguo propietario se remite tanto al pasado de la planta como a su propia experiencia como ejecutivo de primer nivel en el organigrama de los finlandeses.

La huella de la década y media que la fábrica camarguesa perteneció a Wärtsila es perceptible en cuestiones que, como la que menciona Javier Cavada, entrarían dentro de lo que puede entenderse como cultura de la empresa, pero también en otros más vinculados con lo estratégico. La multinacional finlandesa es líder mundial en fabricación de motores navales, con una cuota de mercado que ronda el 40 %, una condición que la mantiene en el primer lugar en la lista de clientes de JC Navalips, a la que aporta una base sobre la que asentar su crecimiento tanto en otros productos como en nuevos clientes. En este último aspecto, los antiguos vínculos se han dejado notar de forma menos positiva, al añadir alguna dificultad a la retomada labor comercial de la nueva empresa: “En los primeros meses algunos clientes nos veían como a Wärtsilä, que es su competencia, queriendo venderles algo. Hemos tenido que superar eso”.

En su primer encuentro con Francisco Javier López Marcano, por entonces consejero de Industria del Gobierno de Cantabria, Javier Cavada explicaba que los planes de la empresa contemplaban llevar la facturación de los 7 a los 14 millones de euros, y la plantilla de los 45 a los 100 trabajadores, y ello en un plazo de dos años: “Estamos en línea con esas cifras, pero no nos vamos a parar ahí”, señala el propietario de la empresa cántabra, que menciona alguno de los pasos dados para dar continuidad a ese crecimiento, como la contratación de agentes comerciales dentro y fuera de España o la agrupación de interés económico (AIE) constituida con otras dos empresas cántabras –Mecánica Brañosera y H7 Metrology­– para atacar el mercado iberoamericano.

Constituir un ecosistema industrial con otras empresas de la región es otro de los objetivos que se han fijado para la nueva etapa de Navalips. En el tiempo pasado desde el cambio de propietario, la empresa ha redefinido su cadena de suministro para, en palabras de Cavada, ‘cantabrizarla’ todo lo posible: “Por costes, por fiabilidad y por lealtad, estamos convencidos de que es mejor tener un proveedor en Reinosa que en Basauri, o en Francia”, asegura el empresario que, en todo caso, asume lo que ello tiene de compromiso personal: “Invertir fuera lo hace cualquiera, aquí es más complicado porque no hay ni dinamismo ni sopla el viento de cola para la industria. Pero hay empresas fantásticas”, concluye.

El consejero delegado y director general de Cantur, Luis Martínez Abad, reivindica el papel fundamental que esta empresa pública representa para la economía de Cantabria y asume la tarea de dar a conocer qué es y cómo se gestiona esta entidad que el pasado año ingresó 43,1 millones de euros, de los que cerca de 27,5 millones procedieron de la explotación de sus instalaciones turísticas. Entre sus retos, desestacionalizar y descentralizar el turismo, atraer más turistas internacionales y generar nuevos atractivos que contribuyan a superar los más de 1,06 millones de visitantes alcanzados en 2023.

Manuel Casino |  @mcasino8 | Abril 2024

«Cantur factura dos millones de euros más que el Puerto de Santander”. De esta manera tan gráfica, su consejero delegado y director general, Luis Martínez Abad, quiere poner el acento en el importante peso específico que esta empresa pública creada en 1969 tiene para la economía regional, un aspecto que, lamenta, no acaba de comprenderse del todo: “En general, los ciudadanos no conocen lo que es Cantur ni cómo se gestiona. No solo son sus instalaciones repartidas por diferentes comarcas, sino también somos la imagen de Cantabria y los encargados de promocionar el turismo”, insiste en resaltar antes de facilitar las principales cifras económicas obtenidas por la sociedad en 2023.

Según estos datos, el conglomerado de instalaciones turísticas, hoteleras y hosteleras, junto a las 11 oficinas de turismo en las localidades de mayor afluencia de la región que conforman Cantur, ingresó el pasado año 43,1 millones de euros, de los que cerca de 27,5 millones procedieron de la explotación de sus establecimientos y los 15,6 restantes, del Gobierno de Cantabria en concepto de transferencias para atender las actividades de promoción, una partida esta última que ya anuncia que se mantendrá invariable durante este ejercicio. En total, 43,1 millones de euros que su máximo responsable espera que se conviertan en 44,5 millones en 2024 gracias a un incremento del 5,7% en los ingresos correspondientes a los negocios propios, que prevé que alcancen los 29 millones.

En su resumen del ejercicio, Martínez Abad detalla que la empresa contó el pasado ejercicio con una plantilla media de 481 trabajadores –343 fijos y 138 eventuales–, una nómina que admite que podrá aumentar una vez concluya la relación de puestos de trabajo que permita conocer cuáles son las necesidades reales de personal y, sobre todo, una vez entren en funcionamiento las nuevas instalaciones y servicios recogidos en el plan de inversiones de 60 millones de euros en instalaciones turísticas públicas para esta legislatura, anunciado recientemente por la presidenta regional, María José Sáenz de Buruaga, entre las que destaca la creación de un teleférico en Vega de Pas.

En este ámbito, Martínez Abad resalta el trabajo indirecto que genera la actividad de Cantur en las diferentes comarcas de Cantabria, un aspecto que reconoce que es difícil de cuantificar, pero que justifica con un dato: “De los 25 millones de euros que este año destinaremos a compras de mercancías y servicios, 21 millones corresponden a proveedores de la región”. Una apuesta por lo local que, según recalca, contribuye de manera decidida a la descentralización del turismo, uno de los tres objetivos que persigue Cantur junto con la desestacionalización y la captación de más turistas internacionales.

Cabárceno recibió en 2023 669.000 visitantes, un 3,7% más que en 2022 y todo un nuevo récord en la historia de este parque

En cuanto al número de visitantes que recibieron en 2023 las cinco instalaciones de la Sociedad Regional Cántabra de Promoción Turística actualmente en explotación –campos de golf de Abra de Pas y Nestares, Estación de esquí de Alto Campoo, Teleférico de Fuente Dé y el Parque de la Naturaleza de Cabárceno–, la cifra se eleva hasta las 1.066.319 personas, un 2,5% más que en 2022. Se trata, según detalla el director financiero de Cantur, Santiago Gutiérrez, de una evolución positiva en todos los casos, salvo en el del Teleférico de Fuente Dé, que obtuvo un 7,9% menos de usuarios debido a la adversa climatología y a los cierres obligados por averías o para su mantenimiento, y un ligero descenso del 2% en el campo de golf de Abra de Pas.

Del otro lado, destaca el aumento de golfistas en el campo de Nestares (un 7,6% más), los cerca de 116.000 esquiadores que recibió Alto Campoo en la temporada 2022-23, lo que representa un incremento del 8,5% con relación al periodo anterior y una cifra que no se alcanzaba desde 2009; y los más de 669.000 visitantes que registró Cabárceno, un 3,7% más que en 2022 y todo un nuevo récord en la historia de este parque.

“Creo que ha sido un ejercicio exitoso en cuanto a número de visitantes”, recapitula por su parte Martínez Abad, quien espera seguir sumando también este año. “No sé si podremos incrementar el número de visitantes porque a veces todo tiene un límite, pero nuestro propósito, sobre todo de cara a esta legislatura, pasa por modernizar y poner al día las instalaciones y generar nuevos atractivos”, subraya.

La joya de la corona de Cantur

Turistas en el Parque de la Naturaleza de Cabárceno, que aporta el mayor volumen de ingresos y número de visitantes entre todas las que gestiona Cantur. Foto: Nacho Cubero

Al ir al detalle, Martínez Abad admite que Cabárceno es la joya de la corona. No en vano, los datos reflejan que esta instalación que acoge a más de 120 especies de animales de los cinco continentes recaudó más de 17,1 millones de euros en 2023, lo que supone el 63% del total de ingresos anuales provenientes de la explotación de las instalaciones de Cantur. “Es uno de los mejores parques a nivel internacional y pretendemos que lo siga siendo aún más”, avanza el consejero delegado refiriéndose a las nuevas inversiones que prevén llevar a cabo en esta instalación asentada sobre una antigua explotación minera y que aparece surcada por más de 20 kilómetros de carreteras.

Entre ellas, el director general anota la mejora del recinto de elefantes, con un presupuesto este año de 4 millones de euros, así como la del reptilario, que además albergará un nuevo ‘cocodrilario’ para hacer de este espacio, dice, “la mejor instalación de Europa” antes de que termine la legislatura. “Lo que pretendemos crear no es solo un ‘cocodrilario’ para visitar, sino un centro de referencia en el que se trabaje en la reproducción y vida de este animal”, enfatiza sobre estas nuevas dependencias que supondrán un desembolso estimado de cerca de 5 millones de euros. Martínez Abad completa la lista de inversiones en Cabárceno con los trabajos del cierre perimetral de la instalación ya en marcha, la mejora de accesos y saneamientos y el cambio de la cartelería del parque, una actuación que rondará los 180.000 euros de presupuesto.

Sobre el menor protagonismo del resto de instalaciones, el consejero delegado de la empresa asegura que “aquí no hay cenicientas”, en referencia a la estación invernal de Alto Campoo que acaba de reabrir sus puertas tras muchas semanas cerradas ante la ausencia de nieve. “Cuando nieva en noviembre es una auténtica maravilla, pero si lo hace en enero, entonces hacemos lo que podemos”, tercia el director financiero, quien sostiene que se trata de un tema cíclico. “Hemos tenido temporadas de 142 días de apertura como fue la de 2007-08 y otras de apenas veinte, pero hay que saber convivir con ello”. En cualquier caso, Gutiérrez resalta el alcance, por todo lo que conlleva, del ingreso unitario de la nieve. “No es lo mismo ir a esquiar a Alto Campoo que ir al teleférico de Fuente Dé. Pero bueno, no damos la temporada por perdida porque todavía queda Semana Santa, que es muy importante. Hay que aguantar unas semanas y vamos a ver qué ocurre. Con un metro de nieve, y si no hay viento sur, llegamos”, concede esperanzado.

Martínez Abad, por su parte, aclara que en la actualidad trabajan en adecuar la instalación para que genere retornos y visitas fuera de la temporada de nieve, un propósito que incluye rutas de senderismo, ciclismo y otras actividades actualmente en estudio. Además de acondicionar el hotel de la Corza Blanca, también avanza que la empresa baraja otras posibilidades ligadas incluso al campo de regatas que se proyecta en el Pantano del Ebro.

El potencial de Fuente Dé

El Teleférico de Fuente Dé, la infraestructura a la que el director de Cantur otorga un mayor potencial. Foto: Nacho Cubero

Cuestionado sobre cuál es la instalación con mayor potencial de crecimiento, el director general no duda en señalar al teleférico de Fuente Dé. “Tiene mucho margen de mejora”, admite con la vista puesta en una remodelación de las instalaciones que, asegura, prácticamente hará que sea un teleférico nuevo: “En 2007 la legislación nos obligó a reducir de 28 a 20 pasajeros la capacidad de las cabinas. Ahora pretendemos aumentarla hasta 40”, revela sobre este proyecto que también contempla incrementar la velocidad de la maquinaria y que, con una duración estimada de entre ocho y diez meses, se ejecutará en dos fases aprovechando la temporada baja.

Por otra parte, Martínez Abad no ve ningún inconveniente en su nombramiento como consejero delegado y director general, lo que por primera vez permite a una sola persona acaparar todo el poder en esta empresa pública. “Creo que es bueno y así evitas bicefalias. Personalmente lo veo como un reto. Obviamente conlleva una carga de trabajo muy importante, pero es cuestión de saber apoyarse en las personas que te rodean. Afortunadamente, Cantur cuenta con un equipo maravilloso que conoce la empresa. Si les dejas trabajar, todo resulta mucho más fácil”, aclara.

Asimismo, asegura que desde que asumió estos cargos la mejora de la gestión se ha convertido en una de sus prioridades. “El equipo humano es fantástico pero no siempre ha dispuesto de los medios y servicios necesarios para llevar a cabo su trabajo”, explica para señalar a continuación otro de sus objetivos: la transparencia en los procesos de contratación, hasta ahora habitual campo de batalla por las reiteradas críticas que la empresa ha venido recibiendo en los últimos años por supuestas irregularidades en las convocatorias de puestos de trabajo y bolsas de empleo. “No puedo hablar de lo que no me corresponde, pero acabamos de incorporar una directora de recursos humanos y estamos dotando a este departamento de la infraestructura suficiente para que pueda realizar adecuadamente su trabajo. Además, estamos trabajando con el comité de empresa para resolver todos los temas que estaban judicializados previos a mi llegada”, explica.

En este sentido, Martínez Abad destaca la “absoluta” colaboración de los representantes de los trabajadores. “Hay una línea de trabajo muy definida con ellos y parece que las cosas fluyen. Hay mucho por hacer y bastantes cosas que poner en orden, pero de momento estoy satisfecho. Obviamente, nuestro objetivo es que todo tenga la transparencia con la que venimos trabajando en todo. Acabamos de publicar en el portal de transparencia el plan anual de contratación, algo que no se había hecho nunca, y también las cuentas anuales. Es decir, la transparencia es y debe ser absoluta”, sentencia.

«La Semana Santa, si es buena, te puede generar 1 millón de euros de ingresos; y si es mala, quedarse solo en 100.000 euros». Luis Martínez Abad, de Cantur.

Pese a sus esfuerzos en mejorar la gestión, el consejero delegado de Cantur advierte de que esta depende mucho de factores que en ocasiones noes posible controlar: “Por mucho que modernicemos las instalaciones, es evidente que si no nieva se hace complicado mejorar los resultados de años anteriores”, puntualiza. “Hay épocas que marcan mucho la cuenta de resultados”, añade el director financiero. “Por ejemplo, la Semana Santa, si es buena, te puede generar 1 millón de euros de ingresos; y si es mala, quedarse solo en 100.000 euros. Y lo mismo ocurre con el puente de la Constitución, el del Primero de Mayo o los carnavales para la estación de Alto Campoo, que este año ha estado cerrada”.

“Al margen de la temporada estival, que en 2023 hemos conseguido alargar gracias a la climatología hasta mediados de octubre, hay cuatro o cinco periodos al año que son fundamentales. Veinte días generan el 20% de los ingresos de la empresa”, resuelve Gutiérrez.

Con todo, Martínez Abad sostiene que la empresa ha empezado este ejercicio sin sobresaltos importantes: “Enero se ha cerrado prácticamente igual que el pasado año, y febrero seguramente sea un poco peor por la falta de nieve, aunque los ingresos por pases de temporada han superado a los obtenidos en 2023”, especifica. De cara al futuro, su máximo responsable adelanta, sin querer dar más explicaciones, “sorpresas muy interesantes en materia promocional”, e insiste en que su objetivo es que las personas conozcan lo que es Cantur: “No se sabe ni se identifica todo lo que es y representa esta empresa. Cantabria no puede vivir sin Cantur”.