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Feten Domum apunta a la salud para seguir creciendo

La empresa cántabra, que ha desarrollado un sistema de radiografiado termométrico de tecnología exclusiva que permite detectar fugas y problemas en edificaciones, colaborará con el Instituto de Investigación Marqués de Valdecilla (Idival) para buscar aplicaciones que permitan utilizar su sistema para ‘ver’ dentro del cuerpo y ayudar en el diagnóstico de enfermedades. Con sede en Noja y oficina también en Laredo, Feten Domum cuenta con 19 delegaciones franquiciadas en toda España, según una fórmula que plantean trasladar fuera de España para dar continuidad al fuerte incremento de actividad que ha registrado la empresa en los pocos más de cinco años que lleva en el mercado.

Juan Carlos Arrondo | Junio 2025

Cuando Eusebio Pérez Beláustegui y José Martínez Marco fundaron Feten Domum, en 2019, acumulaban una amplia experiencia en los campos de la ingeniería y la arquitectura, lo que les ofrecía una panorámica precisa de los defectos y problemas de las construcciones. Además, tras dos décadas de investigación habían logrado desarrollar una tecnología capaz de detectar fluidos penetrando unos centímetros en cuerpos sólidos, algo muy útil, por ejemplo, para diagnosticar patologías como filtraciones de humedad o corrientes de aire en edificaciones. Con este sistema innovador y exclusivo, que facilita soluciones y abarata costes, su salida al mercado fue ambiciosa y, pasados algo más de cinco años, los planes parece que van cumpliéndose. Con una red de delegaciones que abarca prácticamente toda España, se aprestan a dar el salto internacional, al tiempo que dan sus primeros pasos en otros sectores, como el industrial o el sanitario, en el que están a punto de comenzar una experiencia piloto junto al Instituto de Investigación ‘Marqués de Valdecilla’ (Idival) para estudiar la utilidad clínica de su Radiografiado Termométrico Multicapa (RTM).

Eusebio Pérez –responsable del laboratorio de Laredo, donde dirige el equipo que se encarga de las pruebas de ingeniería y de los avances tecnológicos– explica cómo antes del sistema desarrollado por Feten Domum un problema, por ejemplo, de humedad podía derivar en acciones complejas y caras: “El técnico te decía que no sabía de dónde venía, que había que levantar el tejado entero o hacer todas las fachadas. Era una gran laguna constructiva por resolver y nosotros hemos dado con la tecla”. La principal aportación del RTM es que atraviesa la superficie y localiza esos fluidos en el interior: “Con el RTM captamos las temperaturas mínimas dentro de los sistemas constructivos hasta dieciséis centímetros y las damos razón de ser: hemos puesto color al agua, al aire, a la fuga térmica y a la adherencia al soporte”. De este modo, determinado con precisión lo que hay dentro de la construcción, la solución puede simplificarse y abaratarse: “Lo que igual iba a ser una obra de medio millón podría tener un coste de veinte mil euros”.

A diferencia de la termografía, que sólo capta la temperatura producida por la radiación solar sobre una superficie, el sistema de Feten Domum combina principios de la termodinámica, de la mecánica de fluidos y de la cinemática de partículas con una ingeniería inversa dada por ellos para atravesar el exterior de objetos sólidos. Esto se traduce en la práctica en el uso de una cámara termográfica convencional modificada, algo que implica cierta dependencia y que quieren subsanar desarrollando su propio dispositivo: “Estamos en ello junto a la Universidad de Cantabria y esperamos terminarlo para final de año, aunque luego tiene que pasar unas radiometrías, una serie de tribunales técnicos, para conseguir el sello CE. La máquina la tendremos ya el año que viene y creemos que en aproximadamente año y medio tendremos el sello”, indica el director del departamento de Ingeniería e Innovación de Feten Domum. A la espera de dar este salto tecnológico, la actividad de la empresa no ha parado de crecer y de expandirse por España.

José Martínez Marco y Eusebio Fernández Beláustegui, fundadores de Feten Domum, en la oficina que le empresa tiene en Laredo. Foto: Nacho Cubero.

“Ya tenemos diecinueve delegaciones en España y más de dos mil informes realizados. Ha sido todo un éxito”, apunta Eusebio Pérez. Mediante la fórmula de colaborador franquiciado, han ido reclutando a técnicos en edificación, que reciben cierta formación y las máquinas que han adaptado a su sistema: “Ellos van a una obra, disparan, hacen los planos y nosotros procesamos las fotos y hacemos los informes”. De su elaboración se encarga el equipo de cuatro arquitectos que dirige José Martínez en el estudio de Noja. Si la acumulación de trabajo en los primeros años les situaba al límite de sus posibilidades, con este modelo de expansión han logrado traspasar ese cuello de botella: “La diferencia es que ahora tenemos a diecinueve personas en la calle con una media de ciento veinte informes anuales por cada uno de ellos. Ahí es donde se ha disparado. Ahora lo llevamos bastante más organizado y mejor”, destaca el responsable de ingeniería y tecnología, al frente de un grupo de cuatro personas en Laredo.

Más allá del sector de la construcción

El sector para el que nació Feten Domum, el que se desenvuelve cotidianamente y el que ha propiciado esta expansión del negocio es la construcción. No obstante, el horizonte de posibilidades que parece ofrecer esta tecnología única y exclusiva, les está llevando a explorar otros ámbitos. Eusebio Pérez señala algunos ejemplos en el entorno industrial: “Hemos empezado a hacer algunas cosas en Solvay y estamos haciendo pruebas en eólicos para Siemens-Gamesa. Hemos hecho un proyecto de I+D con una gran empresa de aviación española para ver sus turbinas. Y también otro con Mercedes, en Vitoria, para el paso del agua por los vehículos, ya que tres de cada diez van al desguace porque no pasan el túnel de lavado”. Por extraño que parezca, el RTM también puede ‘ver dentro’ del cuerpo humano y tener alguna aplicación en el ámbito sanitario: “Ahora es la novedad más avanzada y en la que varios hospitales privados han mostrado mucho interés, aunque hemos decidido desarrollarlo en Cantabria con el Idival”.

De manera análoga a cómo puede captarse mediante el radiografiado termométrico multicapa dónde nace y acaba una filtración de agua en un edificio, también se puede ‘atravesar’ la piel humana y, por ejemplo, fotografiar el flujo de sangre por el corazón, las venas y las arterias. Esto llamó la atención en el entorno médico, que les alertó sobre las oportunidades que podría ofrecer esta tecnología: «Si veis mecánica de fluidos, nosotros podemos ver muchas cosas», les dijeron. El director de Ingeniería de Feten Domum lo aclara: “Lo que buscamos es el fluido y después le hacemos una foto, que además es sin radiación. Después es el médico quien la ve y sabe detectar una anomalía”. El abanico que se abre es muy amplio: desde contribuir a mejorar procedimientos frecuentes como la extracción de sangre, que muchas veces deriva en sufrimiento para el paciente por la dificultad en encontrar una vena, hasta ver el curso de alteraciones circulatorias, problemas respiratorios, valoración de sinusitis, entre muchas otras posibilidades.

Las lecturas de la cámara termográfica de Feten Domum en el ámbito arquitectónico. Foto: Nacho Cubero.

La manejabilidad del dispositivo –una cámara termográfica de quince por veinticinco centímetros y un kilo y medio, cuyo ‘hardware’ original han modificado al 70%– ofrece también muchas oportunidades al sistema sanitario. Transportarla en una ambulancia y poder utilizarla en un accidente de carretera, en el monte u otro lugar alejado de cualquier centro de salud supone que en muy poco tiempo se pueden evaluar las lesiones y adoptar las medidas más adecuadas ‘in situ’ o preparar cualquier otra acción posterior en un hospital; además, puede ser muy útil para los profesionales en las, normalmente, saturadas consultas de atención primaria. Eusebio Pérez describe cómo podría implementarse su uso: “Se le daría al médico una formación de cómo utilizar la máquina, cómo se ven las densidades y cómo cambiar los parámetros. Una vez hechas las fotos, se enviarían a nuestro laboratorio en Laredo y en poco tiempo, entre dos y cuatro minutos, las recibiría el médico ya procesadas para hacer el informe”.

Primeras pruebas en pacientes

Reconocidas las inmensas oportunidades que sobre el papel ofrece esta tecnología en el ámbito sanitario, falta ver su concreción práctica y evaluar los resultados. En este sentido, en pocas semanas se pondrá en marcha un estudio piloto en el que colaboran Feten Domum y el grupo de investigación de Enfermería del Idival, coordinado por Carmen Sarabia Cobo, cuyo objetivo es estudiar el uso del RTM para el diagnóstico y evolución de heridas crónicas, especialmente de tipo venoso y circulatorio, así como úlceras por presión. “En junio o julio vamos a empezar con diez pacientes en Valdecilla y diez en Sierrallana viendo el alcance de las heridas, en qué capa y en qué centímetro están, y cuál es la forma mejor de curarlas”, precisa el responsable de Ingeniería de la firma cántabra. Este tipo de lesiones plantean muchas dificultades a las profesionales, que muchas veces no pueden evaluar su profundidad o desconocen si el tejido adyacente está dañado. Además suelen cronificarse, con el agravante que supone para la salud de las personas y su alto impacto en el gasto.

El RTM aporta ventajas como la rapidez y la sencillez de un procedimiento que no conlleva un daño o sufrimiento alguno. La captura obtenida, una vez procesada, ofrecerá a la enfermera o al médico un diagnóstico seguro que facilitará un tratamiento más eficaz de este tipo de heridas, ahorraría consultas y costes al sistema y, sobre todo, mejoraría la calidad de vida de los pacientes. El proyecto está aún en una fase preliminar, a punto de empezar, por lo que en Feten Domum consideran que es pronto para saber si su tecnología podrá tener recorrido médico en el futuro: “Lo primero, tiene que dar resultados certeros. Si llego a una casa a buscar humedades tengo que encontrar el cien por cien de las que hay; pero aquí con un seis por ciento de datos diferentes a los que dan los demás es suficiente. Y después todo este estudio, lo que va viendo, lo que contraste con los médicos, lo tiene que subir el Idival a una revista científica europea”.

Finalizar con éxito este proyecto probablemente les abriría las puertas a nuevos estudios para otro tipo de aplicaciones médicas. En última instancia, tanto en este sector como en el de la construcción, sus buenos resultados son el mejor aval para llegar a más proyectos o clientes. Así fue como tomaron contacto por primera vez con el Idival: “Tenían humedades, que estaban deteriorando el edificio, y querían saber por dónde entraban. Llegamos allí y dimos con el problema. Después nos preguntaron: ¿y esto en el ser humano?”, desvela Eusebio Pérez. Subraya que en el crecimiento de la empresa, en la difusión de su tecnología y de las soluciones que aporta, han tenido gran importancia las redes sociales, especialmente LinkedIn, donde sumen un buen número de seguidores, si bien no ha sido el único factor: “Hicimos un estudio de redes sociales según el cual, en el sector de la edificación, hace dos años nos conocía el 4% y este año el 26%. Pero también influye tener diecinueve delegaciones en España moviéndose todo el día”.

«La idea es abrirnos internacionalmente con nuestro sistema en el sector de la construcción. Ese es nuestro fuerte, nuestro músculo financiero, lo que nos da la posibilidad de meternos en otros proyectos». Eusebio Pérez, responsable de ingeniería

Respaldados por el éxito de su expansión nacional, quieren replicar la fórmula fuera de España. El responsable de ingeniería y avances tecnológicos de Feten Domum prevé cerrar en breve acuerdos en Portugal, Francia, Italia y Colombia: “La idea es abrirnos internacionalmente con nuestro sistema en el sector de la construcción. Ese es nuestro fuerte, nuestro músculo financiero, lo que nos da la posibilidad de meternos en otros proyectos”. Uno de los aspectos más importantes en este proceso es acertar con la persona adecuada, algo que, por ejemplo, no lograron en su intento de implantarse en México: “No puede ser una persona sin una experiencia de obra. Si no es un técnico de la edificación, que sabe lo que está viendo, no entra en nuestros planes. Y tiene que firmar, porque esto va firmado por mí en el laboratorio de Laredo, por mi socio en el estudio de Noja y por esa tercera persona, que es quien dispara la cámara y hace los planos. Ahora mismo, los diecinueve colaboradores que tenemos son arquitectos, aparejadores o ingenieros de caminos”.

Para el futuro cercano manejan importantes perspectivas de crecimiento. Según Eusebio Pérez, esperan que la facturación en el periodo 2026-2028 ronde el 50% más que la actual y que el próximo año se incremente la plantilla el 40%: “Algunos franquiciados están teniendo tanto trabajo que no les da con una máquina. Ahora llevan una media de 120 informes al año cada uno, pero va a llegar un momento en el que serán 250 o 300, a los que habrá que añadir los internacionales. Por eso tenemos que incrementar nuestra plantilla”. Aunque desde fuera puedan llamar la atención dichas cifras en una empresa tan joven y de una localidad pequeña, en su opinión hay una poderosa ventaja que las justifica: “Nuestra tecnología es única a nivel mundial. Es cierto que naciendo en Cantabria nos puede costar más; cuando voy por España me dicen que si llegamos a nacer en Estados Unidos estaríamos en Silicon Valley, pero hemos nacido aquí, en un pueblo de diez mil habitantes, y crecemos porque tenemos algo exclusivo que todo el mundo quiere”.