Los vehículos de transporte con conductor (VTC), un negocio al alza en Cantabria
El Grupo Armoni Car, empresa titular de cerca de un tercio de las 165 licencias de vehículos de transporte con conductor (VTC) que existen en Cantabria, prepara la apertura de nuevos mercados en otras ciudades del norte de España, además de en Bilbao y Zaragoza donde ya operan desde hace algún tiempo. Su director, Aurelio Crespo, asegura que soplan buenos vientos para esta compañía santanderina que cuenta con una flota de más de 70 vehículos y una plantilla superior a los cien trabajadores y que este año espera llegar a los cuatro millones de euros de facturación.
Manuel Casino | @mcasino8 | Mayo 2024
Hace tiempo que el taxi y el autobús dejaron de ser los únicos medios públicos de transporte en las ciudades. La mayor concienciación ciudadana en materia climática, unida a las cada vez más exigentes normativas medioambientales y a la creación de nuevos trazados urbanos, han llevado a que cada vez más usuarios opten por soluciones más limpias y sostenibles para moverse. Ya no se trata solo de cubrir a pie muchos de los desplazamientos que antes hacíamos en coche o de apostar por la electrificación del parque móvil, sino también de promover el uso de vehículos compartidos, bicicletas, scooters, patinetes eléctricos y otros servicios de movilidad que hoy forman parte del paisaje urbano de las principales urbes.
Una nueva movilidad alternativa y conectada en la que día a día juegan un papel más destacado los vehículos de transporte con conductor (VTC), un sector en constante expansión y un futuro prometedor, según estima Aurelio Crespo, director del Grupo Armoni Car, empresa especializada en servicios de alquiler de vehículos con conductor que este año conmemora su treinta aniversario.
Un optimismo que Crespo justifica con un dato. “Cuando empezamos a operar en Santander en 2019, lo hicimos con cinco coches. Hoy lo hacemos con alrededor de cuarenta”, explica antes de reconocer que lo suyo fue una “apuesta personal” convencido de que lo que ya funcionaba en otros ciudades europeas y españolas de mayor tamaño, también lo podía hacer en su tierra.
Además de en Santander –donde tiene su sede central– y en el resto de la región, este empresario santanderino aclara que la compañía también opera en Bilbao y Zaragoza y que su objetivo a corto plazo pasa por tener presencia en otras ciudades del norte de España, como A Coruña, Oviedo, Gijón o Vitoria.

Aurelio Crespo, director del Grupo Armoni Car, con una de las furgonetas con las que cubre los traslados al aeropuerto, viajes, rutas o bodas. Foto: Nacho Cubero.
“El norte está de moda”, asegura Crespo animado por las últimas cifras que sitúan a la cornisa cantábrica como un destino turístico en alza. En esta reflexión también cita un reciente estudio de la prensa británica especializada en el sector de negocios y tendencias que coloca a Santander como la segunda mejor ciudad pequeña del mundo para vivir. Y es que, según razona, el clima juega a favor de Cantabria: “Ya no existe el verano y las estaciones del año tal y como las hemos conocido. Ahora, el turismo se extiende prácticamente hasta octubre, lo que aumenta considerablemente la demanda de vehículos de servicio público, ya sean taxi o VTC”.
Aunque reconoce que también hay otras épocas a lo largo del ejercicio en que esta demanda cae sensiblemente, “y entonces todos sufrimos”, asegura que “no sobra ni uno” de los aproximadamente 450 taxi y 165 VTC que estima existen en la región, lo que da una proporción de un VTC por cada 2,7 taxi, una de las concentraciones más altas de España.
“Creo que entre ambos modos de transporte ahora mismo contamos con un nivel óptimo para absorber el turismo que puede llegar a Cantabria”, resume el responsable del Armoni Car, titular de 52 de estas 165 licencias que prestan sus servicios, al igual que hacen los vehículos de las otras cuatro empresas de VTC y de algunos autónomos que operan en la región, a través de la plataforma Cabify.
Una visión de que “hay espacio para todos” que Crespo justifica en los nuevos escenarios que se abren en las ciudades de más 50.000 habitantes, donde la puesta en marcha de las llamadas Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) que establece la Ley de Cambio Climático y Transición Energética –Santander aún no la ha implantado, aunque ya ha sacado a licitación una plataforma para su gestión y control–– va a hacer que los coches privados, especialmente los más contaminantes, tengan muy complicado acceder a los centros urbanos.
A esta exigencia medioambiental, el director del Grupo Armoni Car añade además el hecho de que los usuarios de estos servicios cada vez demandan más lo que llama ‘ticket cerrado’, es decir, que el usuario conozca el precio de su recorrido antes de subirse al coche. Esta precontratación a precio cerrado es, precisamente, la principal diferencia entre el taxi y el VTC, cuyos vehículos, además, no pueden acceder en ningún caso a las condiciones reservadas en exclusiva a los primeros, como son la recogida en la calle a mano alzada o las paradas específicas.
Sentencias judiciales

Uno de los coches de alquiler urbano a través de la plataforma digital Cabify. Foto: Nacho Cubero.
A este respecto, el responsable de esta compañía recuerda varias sentencias judiciales dictadas en contra de las restricciones impuestas a los VTC en algunas comunidades autónomas. Entre ellas, cita en primer lugar la emitida hace ahora poco más de un año por el Tribunal Supremo, en la que ratificaba dos sentencias previas del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco que declaraban la nulidad de dos artículos del decreto autonómico que obligaban a contratar los servicios de estos vehículos con treinta minutos de antelación y prohibían su geolocalización.
De este modo, el Alto Tribunal vino a compartir los argumentos del TSJ del País Vasco cuando consideró que estas previsiones limitaban de forma excesiva y desproporcionada el acceso al mercado de los titulares de licencias de VTC.
Además, también se refiere a otra sentencia más reciente, emitida en junio pasado por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), en la que considera que la restricción para limitar en nuestro país las licencias de VTC frente a los taxis en una proporción de uno a treinta es contraria a las normas de funcionamiento de la UE.
En su fallo, los letrados del tribunal de Luxemburgo argumentan que esta restricción no garantiza “la consecución de los objetivos de buena gestión del transporte, del tráfico y del espacio público, así como de protección del medio ambiente”. Este dictamen, que resuelve una petición prejudicial planteada por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña sobre la validez de una normativa estatal en el Área Metropolitana de Barcelona (AMB), no solo afecta a esta ciudad catalana sino a toda España, ya que el reglamento de la AMB recogía una ley nacional que incluía esta restricción desde 2018.
Con todo, este empresario, quien también preside desde hace algún tiempo la Asociación Cántabra de Vehículos de Transporte concertado o con Conductor, no se opone a que exista una regulación. “Claro que debe de existir una normativa, pero que no limite o prohíba el desarrollo de un sector en favor de otro”, concede.
Dos líneas de negocio

El director del Grupo Armoni Car, en la sala de juntas de la empresa. Foto: Nacho Cubero.
A vueltas con su grupo empresarial, Crespo detalla que su actividad se centra en dos líneas de negocio. De un lado, el alquiler de vehículos con conductor (VTC) en núcleos urbanos a través de la plataforma Cabify, al que se refiere como servicio de digitalización. Y, de otro, la llamada línea privada, contratada fundamentalmente para traslados al aeropuerto, bodas y otros eventos, además de para viajes privados o realizar rutas turísticas por Cantabria.
Con una flota de más de 70 vehículos, de los que un 85% lucen etiqueta medioambiental ECO de la DGT, y una plantilla de más de cien trabajadores, Crespo admite que cada vez el trabajo se centra más en la digitalización y menos en la línea privada, hasta el punto de que en la actualidad la primera representa más del 80% de su facturación, que el año pasado se acercó a los 2,8 millones de euros.
Una caída de los servicios privados que achaca a que cada vez es más habitual que las grandes redes de transporte que dominan este mercado, como Cabify, Uber o Bolt, ofrezcan a las empresas y organizadores de congresos descuentos a todos los invitados o asistentes que operen a través de sus plataformas.
Pese a este descenso, el “considerable” crecimiento que está experimentando la digitalización lleva a Crespo a prever que este año alcanzará los cuatro millones de euros de facturación. “Nuestras previsiones son crecer con la adquisición de más de una veintena de nuevos vehículos antes del verano para poder operar en otras ciudades y continuar aumentando nuestra presencia en Bilbao, donde se abre un escenario muy positivo”, explica.
El caso de Santander

Oficinas centrales de Armoni Car, en Santander. Foto: Nacho Cubero.
En cualquier caso, Crespo destaca la buena evolución seguida en Santander, en la que a los cuarenta vehículos que venían operando acaba de sumar otros doce que adquirió a finales del pasado año a Cabify y que, en principio, estaban destinados a cubrir servicios interurbanos.
Así, explica que su idea inicial con la compra de estos vehículos era abrir mercado en otros municipios de la región, como Torrelavega, Renedo de Piélagos, Suances o Santillana del Mar. “Pero Santander ha ido absorbiendo estos coches a medida que han ido saliendo a la calle. Y si tengo trabajo aquí no me voy a ir al extrarradio”, razona.
Sobre el tipo de cliente que utiliza sus coches, Crespo asegura que no hay un perfil claro que destaque sobre otro. “Hace años es posible que predominaran más las personas jóvenes o los ejecutivos y empresarios, pero hoy en día no hay un segmento concreto que sobresalga. También tenemos bastantes usuarios de edad avanzada que se han dado cuenta de que la aplicación móvil para contratar estos servicios es muy fácil de usar”, analiza.
Lo que no ha cambiado es los días de mayor demanda, que sigue concentrada en los fines de semana. “De lunes a jueves podemos hacer el 30% de la facturación semanal y de ahí hasta el domingo el 70% restante”, subraya.
Por último, el director del Grupo Armoni Car insiste en defender que en nueva la movilidad sostenible que se configura en las ciudades hay sitio para todos, también para el taxi que presta un servicio “importantísimo” y de “calidad”, a la vez que augura un futuro atractivo para los VTC a corto plazo. “La tendencia es esa. No vamos a tener que esperar mucho, especialmente en el norte de España donde vamos a vivir unos años muy positivos”, concluye.