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Un encuentro de alcance

Organizado por la cántabra Imem Ascensores y con la innovación y la digitalización como protagonistas, el Santander International Lift City reunió en la capital de Cantabria a más de 200 profesionales procedentes de 30 países diferentes. El congreso, que nace con vocación de continuidad,  quiere convertirse en un foco de reflexión permanente para el desarrollo de la industria del ascensor, un sector cada vez más tecnológico y cuya aportación es básica para avanzar hacia una movilidad sostenible.

José Ramón Esquiaga |  @josesquiaga | Diciembre 2022

Cada vez más tecnológico, con una enorme incidencia en la calidad de vida y con una gran relevancia en términos medioambientales, el transporte vertical tiende sin embargo a pasar desapercibido dentro del debate sobre las mejores fórmulas para alcanzar una movilidad sostenible. A diferencia de lo que sucede con la automoción, el ferrocarril o el transporte aéreo, los fabricantes de ascensores no suelen atraer los focos de la atención mediática, pese a que el número de quienes usan diariamente sus aparatos resiste holgadamente la comparación con cualquier otro medio de transporte, y a que el valor añadido que aporta esta industria no ha dejado de crecer impulsada por el creciente compromiso por la innovación de las empresas del sector. Corregir en lo posible esa paradoja, dar visibilidad al componente de innovación que tiene el producto y servir como punto de encuentro y foro en el que identificar tendencias y promover el desarrollo de esta industria son algunos de los objetivos que persigue Santander International Lift City, un encuentro pionero en el sector que durante tres días del pasado mes de septiembre reunió en la capital de Cantabria a más de 200 profesionales llegados desde treinta países diferentes.

El congreso, al que está previsto dar continuidad en los próximos años, responde a una iniciativa de la cántabra Imem, una empresa que tiene una posición de liderazgo dentro del mercado de ascensores y que, para llegar a esta condición y mantenerla, ha hecho de la investigación, el desarrollo y la innovación algunas de las principales claves de su competitividad. Enfocado principalmente en la innovación y la digitalización, el Santander International Lift City (SILC) 2022 contó como ponentes con algunas de las empresas proveedoras más destacadas del mundo del ascensor –la propia Imem,   Wittur y Danfoss–, así como con otros procedentes del ámbito académico y de algunas industrias aliadas, en una selección de participantes que buscaba dar voz a quienes están llamados a tener protagonismo en la transformación digital de las empresas del sector y en su adaptación al contexto socioeconómico actual.

“SILC es una respuesta a una necesidad imperiosa, ya que el crecimiento y la sostenibilidad de nuestro sector pasan por aunar esfuerzos para ser más fuertes, tener más conocimientos y estar mejor preparados para un entorno tan cambiante y marcado por la tecnología”, explicó Antonio Pérez, director de Imem Ascensores, en su intervención durante la sesión inaugural del encuentro. El empresario cántabro, que cuenta con el aval de sus 50 años de experiencia en el sector, considera que el congreso, en esta edición y en las que tendrán lugar en años venideros, puede jugar un papel importante en la transformación de esta industria: “Es fundamental potenciar y mejorar el modelo de relación entre fabricantes, empresas y profesionales del sector para construir una red sólida y afrontar con mayor seguridad los retos del futuro”, destacó.

Con el Auditorio del Centro Botín como eje, pero también con desplazamientos a otros puntos de la región y una visita a la fábrica de Imem, SILC reunió a expertos en economía global, regulación de la industria y digitalización, y a representantes de toda la cadena de valor del sector del ascensor, que tuvieron la oportunidad de sentarse juntos y debatir propuestas innovadoras para un modelo de relación más cooperativo y eficiente.

Una ponencia ofrecida por el Banco Santander sirvió de punto de partida para situar el contexto y dibujar con detalle los actuales retos y oportunidades a los que se enfrentan las empresas, en todo el mundo, para adaptarse a un mercado global. Pablo de la Torre ­­–director comercial de Negocio Internacional de Banco Santander España­– destacó la importancia que, en una industria tan sofisticada y dependiente de la tecnología como es la del ascensor, tiene identificar los mercados adecuados para abastecerse de componentes y aquellos en los que vender sus productos. Una habilidad fundamental que, aseguró, determinará la sostenibilidad comercial y la salud financiera de las organizaciones.

En el ámbito de la interconectividad y las telecomunicaciones, cada vez más importante para mejorar la experiencia de uso y explorar potenciales mejoras en la movilidad vertical, Carlos Becker, responsable de Desarrollo de Negocio de Vodafone España, puso sobre la mesa numerosos ejemplos prácticos de cómo la sociedad se está transformando ya con las comunicaciones digitales y el 5G, dando pie a un debate sobre las posibilidades que este escenario abre para la industria.

La aportación académica corrió a cargo de la doctora Gina Barney, que participó en SILC 2022 para abordar la evolución de los aspectos de carga y seguridad en los ascensores, y cómo estos afectan a la normativa. Además la doctora Barney, una de las mayores expertas mundiales en tráfico de aparatos elevadores destinados al transporte de personas, se unió a la mesa de debate con otros ponentes para analizar cómo el sector puede abordar todas las soluciones de digitalización del futuro sin dejar de ser estable, cumplir con la normativa y ser capaz de afrontar las múltiples y variadas relaciones con las que trabaja: constructoras, arquitectos, promotores o empresas de gestión de edificios.

La visión desde el propio sector corrió a cargo de Giuseppe de Francesco, miembro del Consejo de Dirección del Grupo Wittur, y Michael Müller, director general Elevadores en Danfoss, invitados por Imem como ponentes con los que completar su propia aportación sobre el mercado. El primero profundizó sobre cómo la recogida y gestión de datos puede mejorar los servicios de mantenimiento de los ascensores, en tanto que Müller ofreció una visión general de los retos y tendencias que la digitalización aporta a los convertidores de frecuencia, o accionamientos, que ya no se consideran simples procesadores de potencia.

La conferencias, coloquios y debates desarrollados en el Centro Botín se completaron con eventos realizadas en las que fueron las otras sedes de SILC 2022. Así, en el Palacio de la Magdalena Imem organizó una versión del congreso dedicada específicamente a sus clientes de ámbito nacional, esencialmente empresas constructoras y promotoras, arquitectos e ingenieros y profesionales de la administración de fincas. Además de compartir mediante retransmisión en ‘streaming’ buena parte de cuanto acontecía en el auditorio del Centro Botín, este congreso nacional paralelo contó con su propio programa de ponencias, en las que estuvieron presentes José Carlos Frechilla, director general de la Federación Española de Empresas de Ascensores, Daniel Barallat, responsable de IOT de Vodafone España y Fernando Romay, conocido exbaloncestista español.

Grupo de reflexión

En el segundo día de congreso, celebrado en la Casona de Las Fraguas, la participación de los socios de la industria en SILC 2022 tomó la forma de un foro abierto que pretende trascender un mero evento bianual y convertirse en un grupo de reflexión establecido y permanente en beneficio de la industria del ascensor en su conjunto, estimulando el pensamiento creativo, proporcionando un espacio para el debate y llegando a propuestas innovadoras que permitan un crecimiento orgánico del mercado en todos los continentes. En este marco, el equipo de I+D de Imem, junto con los principales representantes de sus socios Vodafone, Wittur y Danfoss, celebraron una serie de mesas redondas para exponer su visión sobre la aplicación de la transformación digital al sector del transporte vertical, desde la definición de los usuarios inteligentes y su interacción con los ascensores, hasta el diseño del producto, la industrialización y las plataformas de usuario.

Con un marcado enfoque técnico, estas sesiones se centraron en la transición del sector hacia unas tecnologías –el internet de las cosas, la inteligencia artificial y los ecosistemas inteligentes– que están cambiando no sólo la industria en general, y de forma particularmente acusada a la relacionada con la movilidad, sino a la sociedad en su conjunto. Muy entroncado con ese contexto tecnológico, Imem y sus partners presentaron la plataforma global en la que están trabajando, que con una cobertura de 24 horas los 365 días del año hace posible que la empresa, los proveedores, los socios y los clientes compartan una visión de 360º en toda la cadena de valor y el ciclo de vida del producto. Esto, explicaron los ponentes, es una revolución que no sólo afecta al producto y a la experiencia de los usuarios finales, sino también –y notoriamente– al enfoque de ingeniería para definir procesos y sistemas, donde ascensores inteligentes, usuarios y empresas son capaces de obtener y convertir datos, y tomar decisiones gracias a sus capacidades de aprendizaje automático. Como en cualquier escenario en el que se produce un tráfico masivo de datos, la adopción de todas estas nuevas tecnologías que implican que los ascensores, las organizaciones y los usuarios dialoguen y compartan información en tiempo real también plantea problemas de privacidad que , tal y como se puso de manifiesto en el encuentro, deben ser abordados por una ciberseguridad mejorada.

“La digitalización es una realidad y es imparable, y la inversión en nuevas tecnologías no es negociable para las empresas de nuestro sector”, resumió Antonio Pérez durante la clausura de esta jornada de debate del SILC22 en la que, según destacó el director de Imem Ascensores, se puso de manifiesto la necesidad de afrontar conjuntamente los retos que la digitalización conlleva. Un propósito, este de buscar vías de colaboración entre los diferentes fabricantes proveedores y agentes que intervienen en el sector, que es la principal motivación que ha dado lugar al SILC y que alienta su continuidad temporal: “Trabajar juntos hará más fuerte nuestra industria”, auguró Antonio Pérez.