Autocares NR Ruiz: experiencia y renovación en ruta
La veterana empresa cántabra con sede en Ontaneda ha invertido más de dos millones de euros en los últimos tres años para adquirir doce nuevos autocares con los que continuar modernizando su flota, compuesta hoy por medio centenar de unidades. Próxima a cumplir los 70 años de trayectoria y con una sólida posición en transporte escolar y en rutas discrecionales, NR Ruiz confía en mantener el crecimiento durante el presente ejercicio, pese a una situación del mercado marcada por la constante subida de los costes y la escasez de conductores.
Manuel Casino | Mayo 2025
“Este año intentaremos crecer algo, pero va ser complicado porque todos los costes se han incrementado muchísimo”. Así lo augura el gerente de Autocares NR Ruiz, Juan Carlos Ruiz, la cara visible y miembro de la segunda generación de esta empresa familiar de transporte de viajeros por carretera fundada en 1958 por los hermanos Nilo y Raúl Ruiz –de ahí las iniciales NR en el nombre de la compañía– especializada en rutas escolares y servicio discrecional que en la actualidad factura alrededor de 3,5 millones de euros anuales.
Para justificar su pronóstico, Ruiz resalta el importante aumento que han experimentado los precios de los vehículos, el gasoil y el personal, los tres principales ‘input’ a tener en cuenta en el sector. “El coste de un autobús ha subido entre un 20 y 30% y hoy uno de largo recorrido supera con facilidad los 300.000 euros”, explica el responsable de esta empresa, que en los tres últimos ejercicios ha invertido más de dos millones de euros en la adquisición de doce nuevos autocares para renovar una flota compuesta por aproximadamente medio centenar de unidades con una edad media de entre seis y siete años.
En el caso del combustible, que se ha incrementado en más de un 30% con relación a 2021, según reflejan varios estudios, este empresario recuerda que el consumo medio de un autocar ronda los 30 litros cada 100 kilómetros, un dato que, no obstante, reconoce que los nuevos vehículos, cada vez más eficientes, pueden llegar a reducir en hasta cuatro o cinco litros.
Finalmente, Ruiz cita la mejora que han experimentado los conductores en sus condiciones laborales, no solo salariales. “Los sueldos son buenos, al igual que las dietas, y los tiempos de conducción y de descanso obligado de dos días semanales son también ahora muy buenos”, detalla convencido del papel destacado que estos trabajadores desempeñan en su negocio, especialmente en el caso del servicio discrecional, es decir, aquellos transportes que no están sujetos a itinerarios, horarios, calendarios ni rutas preestablecidas, sino que obedecen a encargos de clientes, ya sean particulares o empresas, para celebraciones, eventos o congresos, un mercado floreciente por el que esta compañía ha hecho una apuesta decidida destinando diez de sus vehículos en exclusividad.

Juan Carlos Ruiz, gerente de NR Ruiz, en uno de los últimos autobuses adquiridos por la empresa de Ontaneda. Foto: Nacho Cubero.
“Para que un cliente repita el 90% es el conductor. Puedes tener el mejor conductor del mundo, pero si es una persona desagradable, pierdes al cliente”, razona Ruiz antes de alabar la profesionalidad de su plantilla integrada por entre 45 y 50 empleados en función de la época del año –“nuestra actividad es muy estacional”, subraya–, de los que solo tres de ellos –dos en talleres y otro en oficinas– no se sientan al volante.
La temporada de más actividad para la empresa de Ontaneda se concentra en los meses de abril, mayo y junio, coincidiendo con las excursiones de fin de curso, los días más largos y la llegada del buen tiempo. A las puertas de esta temporada alta, a la que siguen los meses de verano, de menos trabajo hasta que en septiembre se reinicia el curso escolar, Ruiz precisa que no ve tanta alegría como en otros años. “En Semana Santa seguramente llenaremos, pero la incertidumbre y la carestía de la vida hacen que muchas personas vayan muy justas. Seguro que lo vamos a notar en el servicio discrecional. Porque primero es comer y vestirse y luego, si se puede, irse de excursión”, concede.
Pese a ello, el gerente de esta empresa agradece el creciente interés turístico que Cantabria despierta entre las asociaciones de personas mayores, agencias de viajes y mayoristas del sector. “El clima, que antes era un freno, ahora nos está ayudando”, confiesa esperanzado en que algún día también recalen más cruceros en el Puerto de Santander. “Los pocos cruceristas que vienen demandan habitualmente excursiones a Santillana, Comillas o Potes, además de conocer el Guggenheim en Bilbao. Es un público objetivo que nos interesa mucho. Ojalá llegaran más, pero por el momento ahora atracan poco más de quince cruceros al año cuando en el País Vasco casi llegan los mismos en un día”, lamenta el gerente de NR Ruiz.
Rutas escolares
Con todo, este empresario que vive pegado al teléfono móvil detalla que más del 60% de su actividad descansa en las rutas escolares que periódicamente saca a concurso la Consejería de Educación. En concreto durante este curso los autocares de NR Ruiz atienden 53 rutas de colegios públicos de la región, fundamentalmente en las zonas de Torrelavega, Santillana del Mar y el arco de la bahía de Santander.
«Si por ejemplo se avería un autocar, estamos en condiciones sustituirlo por otro en muy pocos minutos”, Juan Carlos Ruiz, gerente de NR Ruiz
Se trata, según explica el responsable de la empresa, de un segmento del mercado que cada vez se muestra más competitivo y en el que, además del precio ofertado y de las condiciones y edad media de los vehículos, pesa y mucho contar con las infraestructuras necesarias que permitan a la empresa reaccionar con rapidez ante cualquier eventualidad. “En nuestro caso, si por ejemplo se avería un autocar, estamos en condiciones sustituirlo por otro en muy pocos minutos”, aclara para destacar la oportunidad de contar con una sede central en Ontaneda y otras dos bases en Torrelavega y Santander donde, avanza, prevé trasladar sus actuales instalaciones de la Ciudad del Transporte a una nueva nave que recientemente han adquirido en el polígono industrial El Campón, e Peñacastillo.
Pero por encima de esta consideraciones, Ruiz sostiene que lo que diferencia a su compañía de la competencia es el hecho de contar con una flota “muy moderna” y una experiencia de más de 60 años en el sector “sin incidencias”. “Tenemos prestigio y ofrecemos mucha confianza a los clientes”, resume.
Sector poco valorado
En su análisis, el gerente de NR Ruiz se queja de que el sector está poco valorado en España. “El autocar viene de muy abajo y tenemos que dar valor a lo que hacemos”, reclama antes de ilustrar su petición con un ejemplo: “Alquilar un autobús para una excursión de fin de curso de siete días a París cuesta unos veinte euros por pasajero, es decir, unos 140 euros por tener a tu entera disposición un vehículo y su conductor 15 horas al día durante una semana. ¿Es eso caro?”, se pregunta comparándolo con el desembolso que en ese caso supone el alojamiento o la manutención. Como contrapartida, explica que cualquier empresa del sector tiene que tener en cuenta que el coste de rodar un kilómetro es de 1,71 euros, según refleja el último informe elaborado por el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible del que echa mano. “Que cada empresario haga luego sus números, estime lo que su negocio aporta de valor añadido y el beneficio que espera obtener. Si no le salen, está claro que no podrá renovar la flota ni hacer las cosas bien”, enfatiza.
Volviendo la vista hacia atrás, Ruiz defiende que lo que más evolucionado en los últimos años es la seguridad de los vehículos, un aspecto en el que sostiene que su empresa ha ido por delante, antes incluso de que la Unión Europea impusiera en julio de 2022 la obligatoriedad de equipar los vehículos nuevos con sistemas avanzados de asistencia a la conducción (ADAS). “Nosotros, aunque la UE aún no lo exigía, decimos implantar estos sistemas en nuestros vehículos porque la tecnología ya existía”, esgrime para resaltar la importancia de que los autocares cuenten con sensores, cámaras, radares y otros dispositivos para mejorar la seguridad y la experiencia de conducción.

Las pantallas que sustituyen a los espejos retrovisores, y que son uno de los equipamientos tecnológicos de seguridad que incorporan los nuevos autobuses. Foto: Nacho Cubero.
“Hoy los conductores trabajan más seguros”, subraya mientras muestra uno de los últimos autocares que acaba de sumar a su flota, dotado de cámaras en lugar de los clásicos y voluminosos espejos retrovisores exteriores que penalizan la aerodinámica y, por consiguiente, también el consumo. “Cada vez es más fácil conducir. El vehículo lo hace casi todo solo: corrige si es necesario la rodadura, frena en caso de emergencia, detecta la fatiga del conductor e incluso le obliga a soplar en un alcoholímetro antes de subirse al autobús de tal forma que, si detecta grado de alcohol, no arranca”, especifica.
Escasez de conductores y renovación constante
De otro lado, el gerente de NR Ruiz pone el foco en la falta de profesionales que quieran ponerse al volante, un problema que, en su opinión, resulta aún más acuciante en el caso del servicio discrecional. “Encontrar conductores para hacer discrecional puro y duro es mucho más complicado que para cubrir rutas escolares. A los trabajadores les cuesta cada vez más tener que pasar varios días fuera de casa como exigen, por ejemplo, los viajes de fin de curso”, explica.
Sin embargo, Juan Carlos Ruiz admite que este obstáculo se está logrando superar gracias, en parte, al creciente número de conductores que están abandonando el camión para pasarse al autobús, mucho más llevadero. “El sector del autocar resulta atractivo para estos conductores porque evidentemente no es lo mismo recorrer 200 kilómetros diarios que como mucho conducirá uno de autocar, que los 700 que puede llegar a hacer un camionero”.
En cualquier caso, lo que Ruiz demanda es la necesidad de incentivar que los jóvenes se incorporen al sector. En este sentido, aplaude el acuerdo provisional alcanzado por el Consejo de la UE y el Parlamento Europeo el pasado 25 de marzo sobre las nuevas normas relacionadas con el permiso de conducir que permitirá, entre otros aspectos, reducir de 24 a 21 años la edad mínima para conducir un autocar, siempre que se disponga del correspondiente certificado de aptitud profesional (CAP).

La especialización en transporte escolar y discrecional obliga a tener una flota diversa y adaptada a cualquier uso. Foto: Nacho Cubero.
Del mismo modo, también reconoce la importancia de iniciativas pioneras como la adoptada el pasado año por Alsa, cuando promovió la igualdad de género en el sector de la movilidad con la concesión de 150 becas de formación gratuita destinadas exclusivamente a mujeres que quisieran convertirse en conductoras de autobús profesional. En esta línea, Ruiz anuncia que mantiene, a través de la asociación profesional Upavisan, contactos con el Gobierno de Cantabria de cara a convocar subvenciones que ayuden a los jóvenes de la región a costearse la obtención del carnet D de conductor de autobús que, según sus cálculos, puede suponer, incluido el CAP de 280 horas de duración, un desembolso de entre 3.000 y 4.000 euros.
Finalmente, el gerente de esta empresa de transporte de viajeros por carretera reitera que su objetivo fundamental es continuar renovando la flota de autocares. “Es una constante que tenemos que mantener”, afirma con un ojo puesto en otras empresas del sector que, según afirma, no encuentran relevo generacional, como sí es su caso –de hecho, ya se ha incorporado al negocio algún miembro de la tercera generación familiar– para continuar ejerciendo su actividad. “Hay empresarios que por este motivo se están planteando vender. Si surgiera alguna oportunidad interesante, no nos importaría incorporar su negocio al nuestro”, concluye el responsable de NR Ruiz.