Perfil del emprendedor cántabro: seguro de su formación, con redes de ayuda y tardío
El informe GEM Cantabria 2023, publicado por el Observatorio del Emprendimiento en España, analiza el fenómeno emprendedor en la región, y concluye que aumenta la confianza para sacar proyectos adelante y la percepción de oportunidades (aunque solo las ven una de cada cuatro personas).
Francisco Rouco | Enero 2025
“Hay que olvidarse de que el emprendedor es un chaval joven, universitario, que monta una empresa en un garaje”, explica Ana Fernández-Laviada, presidenta del Observatorio del Emprendimiento en España y directora también del informe GEM, el estudio que desde hace 25 años radiografía el emprendimiento a partir de encuestas a una muestra demoscópicamente representativa de la sociedad. Según la edición cántabra de este informe, el perfil de emprendedor montañés es hombre, de unos 44 años, tiene educación secundaria, trabaja como autónomo o tiene menos de cinco profesionales a su cargo, se dedica al sector servicios y sus clientes se encuentran casi con total probabilidad entre sus vecinos de comunidad autónoma. Su relación con la tecnología es nula y dice no innovar ni en los productos y servicios que ofrece ni tampoco en los procesos para elaborarlos.
El informe GEM Cantabria 2023 analiza el emprendimiento regional desde cuatro enfoques: la autopercepción de quienes lanzan sus proyectos, el escenario actual (donde son expertos del ámbito público y privado quienes responden), cómo son quienes emprenden y cuáles son las características de sus proyectos.

Ana Fernández-Laviada, presidenta del Observatorio del Emprendimiento en España y directora también del informe GEM, en su despacho de la Universidad de Cantabria. Foto: Nacho Cubero.
Uno de los bloques más reveladores es el que se centra en las percepciones que tienen las personas emprendedoras de sí mismas y su entorno. Variables como la percepción de oportunidades de emprender en los próximos seis meses, tener acceso a una red social emprendedora o la autopercepción sobre los conocimientos son, para la directora del GEM, una referencia consensuada para evaluar el fenómeno emprendedor, además de factores que terminan por influir en el nivel de crecimiento de una región.
Tres de cada cuatro cántabros no ven oportunidades
El porcentaje de cántabros que ven oportunidades de emprender en los próximos seis meses es del 25,6% para la población en general, del 24,3% entre la población no emprendedora y del 34,4% en la población que ya tiene un proyecto. Esto significa que tres de cada cuatro cántabros no ven oportunidades para emprender a corto plazo. A pesar de este dato, desde el informe se pone el foco en el incremento del optimismo con respecto al año pasado: en la población en general aumentó en 5,9 puntos porcentuales (o pp); en la no emprendedora, 4,2 pp; y en la emprendedora, 17 pp.
Como el informe regional utiliza las mismas métricas que las ediciones española y de otros países, se pueden comparar los resultados domésticos con los de aquellos. El 25,6% de cántabros que ven oportunidades está por debajo de la media nacional (31%) y todavía más al comparar el dato con Alemania (41%), Reino Unido (47%), la media de la UE (49%), Francia (51%), Estados Unidos (54%) o Países Bajos (67%). La posición de España en la cola del optimismo es habitual en el histórico de informes.
Otra variable que también describe el entorno emprendedor es el acceso a una red social de emprendedores y actores clave que puedan servir de guía. El porcentaje de cántabros con este acceso es del 43,5% en general, del 40,5% entre personas no emprendedoras y del 64,5% entre quienes sí tienen sus proyectos en marcha. En las tres variables hay una mejora importante con respecto al año pasado: en la población en general, 7,9 pp; entre no emprendedores, 5,9 pp, y entre emprendedores, 22,5 pp.
Desde GEM valoran muy positivamente contar con la ayuda de una red social emprendedora, pero matizan que dicha red suele concentrarse en el arranque de los proyectos y no en las fases posteriores. “Faltan programas de seguimiento. Levantar la persiana es difícil, pero mantenerla, más. Al final, hablamos de hombres y mujeres orquesta que tienen que hacer de todo, vender, facturar, comprar… y algo que ayudaría sería buscar equipos, que no emprendan solos y solas. Una solución serían las cooperativas, para las que ahora hay bastantes ayudas”, explica Ana Fernández Laviada.
Una formación especializada de nivel medio
La formación es otra de las claves del Informe GEM Cantabria 2023, y se aborda de diversas formas: autopercepción, educación para emprender, educación financiera y formación académica. El dato más rotundo aparece en la consulta sobre autopercepción, que se refiere a la confianza en los propios conocimientos, experiencia y habilidades para sacar un proyecto adelante. La población en general se reconoce confiada en un 50,7%, la no emprendedora, en un 42,7% y la emprendedora, en un 100%. Ante esta rotundidad, la directora del GEM recuerda que una cosa es la percepción sobre los conocimientos y otra “muy distinta” que existan dichos conocimientos.
El contraste entre percepción y realidad se deja entrever cuando se pregunta por la formación concreta. En el caso de la formación específica para emprender, la pregunta se dirige a tres colectivos precisos: las personas que quieren iniciar un proyecto en los próximos tres años (que llamaremos potenciales), quienes tienen un proyecto con menos de 3,5 años en funcionamiento (proyectos jóvenes, “TEA” en la gráfica que se muestra en la página siguiente) y quienes tienen un proyecto con una vida superior a los 3,5 años (proyectos consolidados). Entre los potenciales sobresale la formación “intermedia” (30,8%) y “ninguna” (26,9%); entre los proyectos jóvenes destacan la “intermedia” (37,3%), “ninguna” (18,4%) y la “avanzada” (16,5%); y entre los proyectos consolidados son notables la “intermedia” (26,6%), la “alta” (21,1%) y la “básica” (18,6%). Es decir, la formación específica sobre emprender que más se repite en los tres segmentos analizados es la “intermedia”.

Detalle del informe donde se muestra la formación especializada del emprendedor cántabro según sus propias respuestas.
El informe consulta también sobre la educación financiera. En este caso, los tres segmentos estudiados repiten un resultado equidistante: se declaran con una formación “media” el 50% de los potenciales, el 59,4% de los proyectos jóvenes y el 37% de los consolidados (es importante señalar que el 28,9% de este segmento reconoce un nivel “bajo”).
El capítulo de la educación se cierra con la pregunta sobre el nivel de formación académica, que puede ser primaria, secundaria o universitaria. En dos de los tres segmentos estudiados, la formación más alta es la educación secundaria: tanto para los proyectos jóvenes (53,5% secundaria, 31,9% universitaria) como para los consolidados (56,3% secundaria y 31,5% universitaria). El segmento de potenciales se separa de este escenario, si bien con un margen muy estrecho: el 42,3% alcanza el nivel universitario frente al 40,8% que tiene la secundaria.
“Se ha vendido un emprendimiento muy bonito, comercial, universitario, ligado a startups y tecnológicas, pero esto no es así. Tener una idea es fundamental, pero antes hay que hacer números, tener fondos para aguantar un negocio que no va a ser rentable de la noche a la mañana y formarse en educación empresarial y financiera, no solo en emprendimiento, sino en saber cómo gestionar un negocio, algo que se suele olvidar”, subraya la presidenta del Observatorio del Emprendimiento en España. “Me gusta bajar los pies a la tierra y decir que en España tenemos muchos emprendedores que no voy a decir vulnerables, pero sí menos glamurosos de lo que vendemos”.
Inicio tardío y poco entusiasmo de la juventud
Al comparar los datos nacionales y de Cantabria sobre la edad para emprender se obtienen los resultados que cabría esperar: la edad media en el segmento de emprendedores potenciales es de 38,1 años en España, de 40 en Cantabria; en proyectos jóvenes (menos de 3,5 años en funcionamiento), de 40,8 años en España, de 43,7 en Cantabria; y en proyectos consolidados (más de 3,5 años desde su puesta en marcha), de 49,4 años en España, de 49,7 en Cantabria.
Todos estos datos resultan esperables en una comunidad con una edad media de 46,6 años, superior a la nacional (44,2) y la cuarta más alta, solo por detrás de Asturias (49,3), Castilla y León (48,3) y Galicia (48,2). Sin embargo, sí hay un dato que enciende las alarmas en el Observatorio: la caída en la franja de 18-24 años de emprendedores potenciales, que el año pasado estaba situado en el 25% y este se encuentra en el 4,2%.
«Muchas veces pido que levante la mano la gente que quiera crear una empresa, y en clases de 30 o 40 personas levanta la mano uno, que suele ser extranjero». Ana Fernández-Laviada, presidenta del Observatorio del Emprendimiento en España.
La directora del GEM se muestra preocupada al respecto, y espera a los resultados del informe del próximo año para comprobar si es una anomalía estadística o una tendencia preocupante. Aunque duda, su experiencia como profesora de Economía Financiera y Contabilidad en la Universidad de Cantabria le sugiere una de las dos opciones. “Muchas veces pido que levante la mano la gente que quiera crear una empresa, y en clases de 30 o 40 personas levanta la mano uno, que suele ser extranjero. Entonces pregunto si van a opositar, y se levantan muchas más. Pero quedan muchas más manos sin levantar. Esto me preocupa. ¿Qué quieren hacer [los estudiantes]? No lo saben, pero tampoco veo que les preocupe”, remarca. “Me gustaría saber qué estamos haciendo para que esto esté pasando, porque es importante. La gente joven que se plantea emprender es lo que alimenta todo el sistema. Si la tendencia no cambia, en unos años no tendremos emprendedores en Cantabria”.