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Un ‘coworking’ diferente en Santander

Una nave en el recinto portuario aporta el espacio en el que se desarrolla Boya 14, un programa de apoyo a la creación de empresas puesto en marcha por la Dirección General de Juventud y gestionado por el Centro Internacional Santander Emprendimiento en el que dan sus primeros pasos proyectos creados por jóvenes menores de 35 años. Tras una primera edición que arrancó en 2022, la nueva convocatoria busca ya candidatos para dar continuidad a la iniciativa, abierta tanto a proyectos todavía por concretar como a empresas nacidas con posterioridad a 2019.

Cristina Bartolomé |  @criskyra | Febrero 2024

En un almacén remodelado de la Zona Franca del Puerto de Santander, un grupo de emprendedores diseñan y desarrollan lo que será su proyecto empresarial. Es el coworking Boya 14 ‘La Comba’, un programa de la Dirección General de Juventud del Gobierno de Cantabria, que vio en el Centro Internacional Santander Emprendimiento (CISE) un importante apoyo para poder llevarlo a cabo, “dado nuestro conocimiento y experiencia en el fomento de la iniciativa emprendedora”, asegura Manuel Redondo, director de esta entidad promovida conjuntamente por la Universidad de Cantabria, el Banco Santander y el Gobierno regional precisamente para facilitar la conversión de las ideas en proyectos empresariales viables. “Para el CISE supone todo un orgullo y una oportunidad de avanzar en nuestra misión de impulsar la cultura de la innovación y del emprendimiento”, recalca.

En ese espacio físico, gratuito, se crea un entorno dinámico y colaborativo donde varios jóvenes desarrollan sus actividades, conjugando un apoyo formativo con la generación de un ecosistema donde se crean relaciones entre los propios emprendedores de manera orgánica. La suma del espacio y la formación es lo que hace precisamente a este programa diferenciarse de otros, subraya Redondo.

De la mano de expertos, los emprendedores recorren el camino desde la validación de sus ideas hasta la financiación y el marketing. Aunque el director del CISE no rebaja el esfuerzo que se requiere para emprender iniciativas empresariales, recuerda que todos los proyectos necesitan tiempo para consolidarse y define el emprendimiento como un ejercicio de “alto riesgo”. Como en cualquier actividad económica, apunta, el emprendedor está obligado a cumplir con los requerimientos administrativos y tributarios, además de la propia inversión necesaria. “El arranque de un nuevo proyecto empresarial no suele caracterizarse por la disposición de demasiado capital, equipo o tiempo. Esta situación hace que sea una actividad frágil, que se debe apoyar y cuidar con esmero”. Por ello, en el CISE están orgullosos de que la iniciativa contara con jóvenes empresarios desde el inicio del programa, en 2022, algo que esperan que se refrende ahora que se abre una nueva convocatoria.

Tras el camino formativo y la puesta en marcha de la iniciativa empresarial que realizan los emprendedores y en el que cuentan con el acompañamiento de expertos, no existe ninguna relación contractual entre los emprendedores y CISE, “ni durante ni después del paso por Boya 14”, indica Manuel Redondo. “La participación es gratuita y no conlleva para ellos ningún tipo de coste, firma de acuerdo para la toma de participación ni nada parecido”. La relación permanece a título informativo ya que, si lo desean, se les mantiene al tanto de otras acciones impulsadas por CISE u otras entidades que puedan ser de ayuda en siguientes etapas de su travesía emprendedora.

Asier Trancho, director del programa Boya 14. Foto: Nacho Cubero

Formación y trabajo

Asier Trancho es el director del programa coworking Boya 14. Describe que en el día a día cada emprendedor se ubica en su espacio y trabaja en su proyecto. Sobre las 12 del mediodía hacen un descanso y hablan de sus proyectos. “Aquí aprovecho para facilitarles información de interés sobre ayudas o programas y plantearles posibles formaciones o dinámicas, o ellos mismos me dan indicaciones sobre alternativas que les podrían interesar; también les pregunto sobre posibles necesidades o dudas”, explica. Luego vuelven a sus quehaceres hasta la hora de comer, en el que se repite más o menos el mismo proceso, aunque pueden aprovechar otros momentos para hablar entre ellos o hacer consultas, siempre respetando las normas de convivencia del espacio.

Antes de entrar en el programa, se seleccionan los proyectos que lo integrarán mediante una entrevista personal para considerar aspectos como la experiencia, la motivación y la disponibilidad, así como su posible aportación y encaje con el resto de participantes. Los candidatos también han de cumplir algunos requisitos, como el de residir en Cantabria, ser menores de 35 años y que no hayan constituido su empresa antes de 2019.

Además de todas las actividades formativas, los emprendedores reciben ayuda para la búsqueda de financiación a través de encuentros y contactos con perfiles relevantes para sus proyectos. También se les envía información –“bastante interesante”, recalca Asier Trancho– sobre subvenciones y programas de soporte financiero. Todo este apoyo formativo y el contacto con otros perfiles emprendedores han favorecido sinergias y colaboraciones, asegura el director de Boya 14, así como una mejora en la difusión e imagen de sus proyectos. “Además, disponer de un espacio con todas las facilidades les da un empujón para poder seguir enfocados en dar pasos hacia delante en su proyecto, ya que de esta manera se pueden despreocupar económicamente del alquiler de un espacio en el que trabajar y reunirse con sus socios y clientes”, añade.

Arlette de Jesús Hernández: Arboisiere Studio

Arboisiere Studio es la agencia de diseño fundada por Arlette de Jesús Hernández. Se dedica a crear experiencias inmersivas utilizando realidad aumentada. Esta idea de negocio busca ofrecer “experiencias únicas”, define Arlette, que combinen el mundo digital con el mundo real para aportar soluciones creativas a clientes de Cantabria y el resto de España.

Arlette de Jesús realizó un máster en Empresa y Tecnologías de la Información en la Universidad de Cantabria donde descubrió el programa de coworking del CISE, con el que se puso en contacto e inició una experiencia que considera no ha podido ser mejor: “La oportunidad de formar parte del coworking Boya 14 me ha proporcionado un espacio colaborativo, donde puedo conectar con otros emprendedores. Esta red de contactos ha sido invaluable para el intercambio de ideas y colaboraciones potenciales. Ha sido emocionante y desafiante, donde cada día es una oportunidad para aprender y crecer”.

Al igual que sus compañeros del coworking, la promotora de Arboisiere Studio valora como clave del éxito la perseverancia y capacidad de adaptación: “Sé que los desafíos son inevitables, pero enfrentarlos con determinación, intentar ver siempre el lado positivo y adaptarme a lo que vaya surgiendo me ha permitido estar en donde estoy y con ánimos de seguir adelante”.

Arlette confía en que las tecnologías inmersivas, como la realidad aumentada, mixta y virtual, que están “en plena evolución”, llegue un momento en el que sean tan comunes como utilizar un teléfono móvil o una tableta: “Creo que este es el momento ideal para poner sobre la mesa proyectos que exploten todo ese potencial tecnológico”.

Lucía Sierra, promotora de Pura Vena, empresa especializada en llevar la danza a los pacientes oncológicos. Foto: Nacho Cubero

Lucía Sierra: Pura Vena

Lucía Sierra Cano es una de las jóvenes emprendedoras que ha participado en este programa, que conoció a través del propio Centro Internacional Santander Emprendimiento. Pura Vena es su empresa, a la que define como el primer servicio de bienestar español que incorpora la danza para prevenir, emocionar y mejorar el estado de salud de las personas antes, durante y después del cáncer. Para ello aplica el método de ‘psicoballet cubano’ a las necesidades del paciente oncológico. En el Coworking Boya 14 ha conectado con otras personas que se encuentran en su misma circunstancia, lo que ayuda mucho en “un camino solitario y con muchos obstáculos. Si compartes preocupaciones, puedes compartir soluciones”. Lleva en activo dos años, su objetivo a corto plazo es la consolidación de sus servicios en diferentes entidades públicas y la ampliación a entidades privadas y que su plataforma web sea una realidad en 2024. A largo plazo, Lucía prevé aumentar la plantilla y “conseguir que la danza adaptada al cáncer se inscriba en los centros de atención primaria”.

La fórmula, dice, es “trabajo, constancia y esfuerzo” para introducir en el mercado español algo nuevo: “Algunas personas piensan en la danza como una actividad de entretenimiento, pero es una disciplina que va más allá, es un arte que traspasa los escenarios pudiendo aportar mucho a los ámbitos clínico, sanitario y social”. Tras casi una década de investigación, aplicación y adaptación del método de psicoballet y la danza en diferentes hospitales españoles a niños y mujeres con cáncer, asegura, “la experiencia avala esas disciplinas como método de mejora de la salud emocional, reduciendo la ansiedad; la salud física, por la práctica de la danza, y la social, ya que las personas que padecen cáncer encuentran a otras que están en su mismo proceso al hacer la danza en grupo”. De su estancia en el Coworking Boya 14 valora especialmente la formación y el aprendizaje continuo: “El mundo cambia y tienes que estar preparado para adaptarte a él”, resume.

Ana Ceballos, gerente de Nuage Turismo y Eventos. Foto: Nacho Cubero

Ana Ceballos: Nuage Turismo y Eventos

Ana Ceballos Berasategui es gerente de Nuage Turismo y Eventos, que ya se encuentra en el mercado y trabajando en proyectos reales dentro de sus dos ámbitos de negocio: consultoría turística y organización de eventos. La actividad no ha hecho más que comenzar con una serie de trabajos que han impulsado su empresa, explica: “Nuestra actividad se ha enfocado en un primer momento en Cantabria, ayudando a dinamizar el turismo gracias a nuestros proyectos, ahora queremos expandirnos por el territorio nacional. Grandes clientes, tanto de la empresa pública como privada a nivel regional y nacional han confiado en nosotros para hacer realidad sus proyectos, como: Noatum Logistics, Bridgestone, la agencia de desarrollo rural Saja-Nansa, el grupo de acción local Valles Pasiegos o ayuntamientos como Santoña, Ampuero y Limpias”.

Ana descubrió el programa de Coworking Boya 14 del CISE en Internet y se muestra feliz con el hallazgo: “Este espacio es cómodo y agradable y proporciona todas las facilidades necesarias para el desarrollo de mi proyecto. Estoy encantada de haber encontrado este coworking donde además desde el CISE nos proponen gran cantidad de formaciones y nos ponen en contacto con empresarios para seguir creciendo”.

De su estancia en el espacio habilitado en la Zona Franca destaca el aprendizaje diario y el tener que enfrentarse a nuevos retos que le permiten crecer, tanto profesional como personalmente: “Aunque hay momentos de incertidumbre, la satisfacción de construir algo propio, ver cómo va cobrando vida y obteniendo frutos es incomparable. Tengo muchas ganas de seguir avanzando, siendo perseverante y sabiendo adaptarme estoy segura de que llegaré a donde quiero”.

Uno de sus secretos es una recomendación de su madre: “Siempre me dice que sea un junco: mente flexible que se adapta fácilmente a los cambios, ponerse en el lugar de los demás y ser empático. Esto me ha permitido afrontar desafíos con resiliencia y encontrar oportunidades en situaciones difíciles”. Ana lo define como el consejo más valioso y asegura que seguirá aplicándolo: “Sin duda me ayuda mucho a manejar situaciones que se dan en el día a día de la empresa”.