Aldro añade gas y servicios a su oferta
Siete meses después de comenzar a operar y cumpliendo los plazos previstos, la empresa cántabra se convierte en comercializadora global de energía, un paso decisivo para alcanzar los objetivos planteados en su plan de negocio, que contempla alcanzar los 10.000 clientes en toda España antes de que acabe 2015.
Coincidiendo con el arranque del año, y cumpliendo las etapas planteadas en su plan de negocio, Aldro ha comenzado a vender gas a usuarios domésticos, completando con ello su condición de comercializadora integral de energía. Junto al gas, que se suma a la electricidad que ya vendía desde la pasada primavera, la empresa cántabra comenzará a ofrecer servicios de mantenimiento y reparación, lo que le permitirá diseñar una oferta comercial comparable en contenido con la de cualquiera de las grandes empresas del sector.
Nacida el pasado mes de mayo, la empresa ha ido expandiéndose desde entonces a partir de la oferta única de electricidad, aunque desde el primer momento estaba previsto sumar el gas a su cartera de productos, completando además esta con los servicios que suelen ser habituales en este mercado. Además de añadir componentes al catálogo, con la incorporación del gas y los servicios la empresa aumenta sus posibilidades de ofrecer propuestas a medida, con capacidad para adaptarse a las demandas de cada cliente.
Aunque tiene puntos en común con la electricidad, la comercialización de gas obliga a una tramitación específica, con algunas aspectos que diferencian claramente la forma de operar en uno u otro mercado. Las más notable entre estas diferencias tiene que ver con el acceso al producto, que en caso del hidrocarburo presenta algunas dificultades específicas para una empresa que, como es el caso de Aldro, no va a demandar grandes volúmenes o, cuanto menos, no tan grandes como los que pueden ser habituales en los operadores de más tamaño. Además de ir conformando una base de clientes y una red de distribuidores, el tiempo pasado desde que la empresa comenzase a operar se ha empleado en gran parte en la búsqueda de proveedores con los que cerrar contratos de suministro adaptados al perfil de cliente que atiende Aldro y a las señas distintivas que quieren dar a su producto.
Como en la electricidad, la intención de la comercializadora cántabra con el gas es dar el máximo protagonismo a la tarifa indexada, esto es, aquella que recoge las variaciones en el precio del producto en los mercados mayoristas. Según destaca José Francisco González Payno, director de Aldro, este sistema es el que mejor se adapta a la filosofía de la empresa, que busca una relación con el cliente basada en la máxima transparencia: “Nuestro objetivo es trasladar al cliente los buenos precios que podemos conseguir en nuestros suministradores, con el mínimo margen. La tarifa idexada es el mejor instrumento para ello, lo estamos viendo en la electricidad, y estamos convencidos de que funcionará igual de bien en el caso del gas”.
En los siete meses que lleva comercializando electricidad, Aldro ha cerrado contratos con 3.000 clientes. El presupuesto para el año que acaba de comenzar contempla llevar esa cifra hasta el entorno de los 10.000, ya con el gas y los servicios formando parte de la oferta. La empresa, que tiene su sede central en Torrelavega, opera en toda España a través de una red de distribución que ha ido fortaleciendo en los últimos meses a través de un modelo similar –en cuanto al compromiso con transparencia y la cercanía– al que sustenta la relación con los clientes.
Por segmentos del mercado, las pymes aportan el mayor número de clientes a la cartera de Aldro, que también ha concentrado ahí su mayor esfuerzo comercial. El consumidor doméstico tiene un protagonismo menor, pero creciente, en una tendencia que los responsables de la empresa están convencidos de que se mantendrá a los largo de los próximos meses y, cuanto menos, en todo 2015. La posibilidad de ofrecer paquetes a medida, combinando gas, electricidad y servicios, permitirá configurar una oferta más completa y adaptada a la demanda lo que, apunta el gerente de Aldro, debería traducirse en una mayor penetración en el segmento residencial, incrementando además la cuota en el ámbito de las pymes. “Vamos a ofrecer diez paquetes distintos para que el cliente pueda elegir lo que de verdad se adapta a sus necesidades”, asegura.
La comercialización de electricidad –un mercado sólo superado por el de las telecomunicaciones como fuente de quejas e insatisfacciones para los usuarios– ha puesto a prueba durante estos primeros meses de funcionamiento la validez y el alcance de la estrategia seguida por Aldro. Con nulas posibilidades de diferenciarse en el producto –más allá de los formatos en que se ofrezca, la electricidad o el gas de las distintas comercializadoras ofrece idénticas prestaciones– el servicio es el campo donde se libra la gran batalla competitiva. La principal ventaja para una empresa como Aldro es el gran potencial de crecimiento que mantiene el mercado, en el que todavía cerca de la mitad de los usuarios domésticos se mantiene en la tarifa regulada, normalmente con su compañía de toda la vida. Es precisamente ese colectivo, asegura González Payno, el que puede ser más receptivo al tipo de relación que Aldro establece con sus clientes.