El año récord de Maremagno
La sociedad editora de ‘Cantabria Negocios’ cerró en 2023 el mejor ejercicio de sus cuatro años de historia, superando los 600.000 euros de facturación y consolidando una estrategia de diversificación que contempla tres líneas de negocio muy definidas: la edición de la revista de información económica, la producción de vídeo corporativo y el área digital, dedicada al diseño y creación de páginas web, servicios ‘seo’ y gestión de ‘hostings’ y dominios. En total, y sin contar a los anunciantes y a los suscriptores de la revista, Maremagno atendió el pasado año a más de medio millar de clientes de dentro y fuera de Cantabria.
José Ramón Esquiaga | @josesquiaga | Mayo 2024
Nacida para dar continuidad a la publicación de la revista ‘Cantabria Negocios’, Maremagno Comunicación SLL ha centrado buena parte de la estrategia en sus casi cinco años de trayectoria en un proceso de diversificación de la oferta de producto que ha rendido sus mejores frutos en el último ejercicio. Con una pandemia por medio, que condicionó todos los planes apenas seis meses después de la puesta en marcha de la empresa, la sociedad laboral creada por quienes ya trabajaban en la revista de información económica ha ido cubriendo etapas hasta cerrar en 2023 el mejor año de su todavía corta historia, una condición a la que se llega tanto si se considera la cifra de facturación como si se tiene en cuenta la forma en que se ha llegado a ella.
A falta todavía del dato definitivo, el importe de la cifra de negocio de Maremagno se movió al cierre del pasado ejercicio en el entorno de los 630.000 euros, con mucho la cifra más alta desde la puesta en marcha de la empresa, pero también la mayor en los 25 años de trayectoria de Cantabria Negocios, incluyendo por tanto las dos décadas en que la editora fue Ediciones Finder. Maremagno asumió esa tarea en julio de 2019 para, a lo largo del año y medio posterior, ir integrando también el resto de líneas de negocio de la antigua empresa, constituidas entonces por el departamento de creación de páginas web y, de una manera más incipiente, por la producción de vídeos corporativos. Desde el primer momento, el objetivo de quienes fundaron la sociedad laboral –vinculados todos a la parte más relacionada con la edición de la revista, en tareas comerciales, de redacción y de diseño– fue incorporar los trabajadores y productos de la antigua Finder, potenciando un proceso de diversificación que hundía sus raíces en la estrategia acometida en su día para hacer frente a las consecuencias de la crisis financiera de 2008.
El porfolio de producto de Maremagno Comunicación se organiza en torno a tres líneas de negocio claramente definidas: la edición de Cantabria Negocios, en formato impreso y digital, a través de las webs cantabrianegocios.es y empresasdecantabria.es; el área digital, dedicada al diseño y elaboración de páginas web, además de a prestar servicios complementarios a las mismas; y la producción de vídeo corporativo. Las dos últimas han sido las principales responsables del crecimiento que ha experimentado la actividad de la empresa en los años que lleva operando, un salto adelante que ha sido especialmente significativo tras la pandemia. En ese marco, y más allá de las sinergias que haya podido aportar en combinación con el resto de departamentos de la empresa, la facturación de la revista por ventas y publicidad se ha mantenido estable, con una ligera tendencia a la baja, pero aportando una base de ingresos que fue especialmente importante en el anómalo ejercicio de 2020 y, singularmente, durante los meses en los que la actividad económica se vio más afectada por la pandemia.
La mejor facturación hasta la fecha

El equipo de Maremagno, incluyendo a los periodistas que colaboran habitualmente en la revista. Foto: Nacho Cubero.
Maremagno facturó 283.000 euros en 2020, primer ejercicio completo de actividad, 401.000 en 2021 y 416.000 en 2022, cantidad esta última que se ha incrementado en un notable 33% para llegar al dato con el que se cerró el ejercicio recién terminado. Aunque el incremento de la actividad del área de producción de vídeo ha sido también importante, ha sido el área digital la principal impulsora del salto adelante dado en 2023, tanto en el apartado de diseño y elaboración de webs como en los servicios de optimización de posición en buscadores –SEO, por sus siglas en inglés– y redes sociales. Como producto complementario en esta línea de negocio, Maremagno ofrece alojamiento web –’hosting’– y gestión de dominios a los clientes que lo precisen.
El fuerte crecimiento de la actividad de este departamento durante el último año está muy vinculado con la línea de ayudas que los fondos europeos ofrecen para la digitalización de las empresas a través del programa del ‘kit digital’. Como uno de los agentes digitalizadores reconocidos por este programa, Maremagno Comunicación ofrece alguna de las soluciones que cubren las ayudas –páginas web, SEO avanzado y redes sociales– y lo hace además con productos especialmente adaptados al colectivo que constituye el grueso de su cartera de clientes: pymes, micropymes y profesionales autónomos.
El detalle de la cartera de clientes de la empresa da cuenta, incluso en mayor medida que el propio dato de facturación, del alcance del proceso de diversificación de negocio que ha centrado la estrategia de Maremagno en sus algo más de cuatro años de trayectoria. Excluyendo los suscriptores y anunciantes de la revista que no son a su vez usuarios de alguno de los otros productos de la empresa, Maremagno atendió en 2023 a más de medio millar de clientes de todos los sectores y de dentro y fuera de Cantabria. Además de la mayoritaria presencia de empresas de pequeño tamaño, en la relación de clientes del departamento digital y la producción de vídeo hay grupos con presencia en toda España, y también algunos ayuntamientos. Ninguno de esos clientes, incluyendo a los que lo son del área de edición, llega a aportar más del 3% de la facturación total de la empresa, ni siquiera sumando las ventas a las diferentes empresas que forman parte de un grupo. Esa atomización se mantiene incluso si se considera como un todo lo facturado a ayuntamientos, empresas públicas y organismos vinculados a alguna administración: el conjunto de las ventas a administraciones públicas supone igualmente menos del 3% de la cifra de negocio de Maremagno.
Diversificación también geográfica

Ibana Morales, socia y responsable de la delegación de Maremagno en el País Vasco. Foto: Nacho Cubero.
La diversificación es mucho menor en términos geográficos, aunque el camino recorrido en este ámbito es incluso más significativo por cuanto hace cuatro años prácticamente la totalidad de las ventas de la empresa eran a clientes de Cantabria, como sucedía también en el caso de la antigua Ediciones Finder. En torno al 20% de la facturación de Maremagno tiene hoy su origen fuera de la región, en ventas que mayoritariamente corresponden a la línea digital y que se realizan a clientes del País Vasco, pero que también alcanzan a otros productos y regiones. Maremagno cuenta desde su fundación con presencia estable en la comunidad vecina, a través de una delegación comercial que dirige una de las socias de la empresa. A las operaciones fuera de Cantabria que llegan por esta vía se unen las que lo hacen a través de Internet, tanto para encargos de web o servicios asociados como para la realización de producciones de vídeo corporativo.
Este último es, tras las webs y servicios digitales, el producto que recibe más pedidos de fuera de Cantabria. Maremagno ha realizado grabaciones, siempre con medios propios, en prácticamente todas las comunidades autónomas –la única salvedad sería Extremadura, además de Baleares y Canarias– para clientes industriales, constructoras, grupos hosteleros y explotaciones agrícolas y ganaderas, entre otros.
Nacida como una oferta complementaria tanto para la línea de edición como para la de webs, la producción de vídeo ha terminado por tener entidad propia dentro del catálogo de la empresa, manteniendo al tiempo la capacidad para generar sinergias con el resto de productos y servicios de Maremagno. Esa combinación de complementariedad y de producto con entidad propia ha sido una constante dentro de la estrategia diversificadora de producto.
Un modelo de negocio a tres bandas

Antonio Ruiz Garmendia, fotógrafo y operador de drones, responsable también de los textos de la sección de motor de ‘Cantabria Negocios. Foto: Nacho Cubero.
Como ejemplo más reciente de los efectos de esta integración de procesos puede citarse el alojamiento web –lo que se conoce como ‘hosting’– y la gestión de dominios. Maremagno comenzó a ofrecer estos servicios a los clientes que contrataban el diseño y elaboración de su página de Internet, en lo que se entiende como una forma de dar respuesta integral a sus necesidades. Como resultado de ello, y aun sin tener la entidad como para considerarlo una línea de negocio independiente, Maremagno cuenta ya con cerca de 400 clientes de ‘hosting’, para los que cuenta con servidores dedicados que suman 2,1 Tb de capacidad.
La mención a los servidores da pie a referirse a otro de los efectos que la diversificación de producto ha tenido sobre la actividad de la empresa: el cambio en la naturaleza de las inversiones y la nómina de proveedores, que es notable si la comparación se hace con los primeros pasos de Maremagno pero que da cuenta de un vuelco absoluto si la referencia es la antigua Ediciones Finder. Además de la partida significativa que ya significan los servidores, el pasado año el principal capítulo inversor lo constituyeron los elementos de filmación, incluyendo en esa consideración a las dos nuevas unidades que se han incorporado al parque de drones de la empresa.
Lo dicho en relación a las inversiones es aplicable también a la composición de la plantilla, que tiene poco que ver con la que era cuando la revista era el principal y casi único producto del catálogo. Maremagno cuenta hoy con seis trabajadores, dos de ellos técnicos dedicados en exclusiva a la línea de negocio digital, en tanto que el resto reparten su labor en todas o en varias de ellas. La relación de quienes trabajan directamente para la empresa se completa con los periodistas que intervienen habitualmente en la elaboración de contenidos para Cantabria Negocios –en textos y fotografías–, el fotógrafo operador del dron, que además de su labor en las producciones de vídeo también colabora en la revista, y la directora de la delegación de Maremagno en el País Vasco. Todos ellos componen el equipo de la empresa editora de esta revista, que en su condición de medio de comunicación sigue siendo el resultado más visible de su trabajo, pero no ya el único.